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Mogna, un pueblo aislado: el coronavirus le profanó su fiesta de Santa Bárbara

Cómo viven esta época sus casi 300 habitantes. VIDEO

28 de abril de 2020

Entre las casas de adobe y las calles de tierra que conducen a la plaza principal de Mogna, un pueblo junto al río Jáchal y a 123 kilómetros de la Ciudad de San Juan, solo gobierna el silencio.

Pese a estar lejos de los grandes centros poblacionales y tener escaso contacto con personas de afuera, la gente respeta la cuarentena por el coronavirus: los casi 300 habitantes parecen adentro. Menos Claudia Fernández, que tiene 30 años y pasa el lampazo en la capilla de Santa Bárbara.

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Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

Las puertas están abiertas, por si alguien quiere pasar a rezar.

“La cuarentena afectó todo”, le dice Claudia a DIARIO HUARPE.

Desde hoy, 28 de abril, hasta el viernes 1° mayo los fieles iban a celebrar uno de los eventos del año en Mogna: la “fiesta chica” en honor a la santa. Le dicen así porque es una versión reducida de la que se hace cada 4 diciembre, que es el día de Santa Bárbara, la patrona de la minería, cuando todos le hacen pedidos. Igual, en 2019 para esta época se congregaron más de 10.000 personas, según datos de la cofradía. Vinieron de todo San Juan e incluso de otras provincias.

En el censo de 1991 contaron 23 personas en Mogna. En 2001 la población subió a 111. Para 2010 eran 114. Según el último registro, que consta en Presidencia de la Nación, son 290.

La fiesta se hace por estas fechas aprovechando el Día del Trabajador, para agradecerle por los frutos y los animales. Pero la cuestión es que la "fiesta chica" se suspendió por la pandemia que en el mundo ya causó más de 200.000 muertos.
Fiesta chica de Santa Bárbara 2019: hubo más de 10.500 personas. Foto: gentileza.

En la capilla ahora no hay misas. Apenas un grupito se reúne para orar, pero Claudia no perdió la costumbre: viernes y lunes abre y limpia, como antes, cuando los fines de semana se llenaba.

La cancelación de la celebración religiosa generó complicaciones en la economía hogareña de varios vecinos que solían vender sus productos y sus animales, como cabras o gallinas. En la plaza se armaban puestos para comerciar desde mermeladas hasta prendas tejidas por las vecinas.

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Nadia Flores, de 18 años, atiende un kiosco que pertenece a la cofradía. Tiene estampitas, velas e imágenes de Santa Bárbara, pero las persianas están cerradas: si no hay turistas, no vende nada.

Nadia Flores. Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

“Las fiestas patronales y los fines de semana largos eran cuando más vendíamos. Lo que recaudábamos nos servía para mantenernos durante el año. Ahora todo es distinto”, dice Nadia, que vive junto a su hermano: subsisten gracias a la pensión que cobra uno de sus abuelos.

A un costado del templo hay un tinglado que se usa para las celebraciones religiosas. Ahora es el resguardo para más de 100 bancos de madera apilados, que todos esperan volver a usar en la fiesta de fin de año, para abrazar la fe y para acomodar sus bolsillos, aunque sea un poco.

El tinglado y los bancos. Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

Otras costumbres se mantienen en Mogna. Por ejemplo, la gente sigue pastoreando para darles de comer a los animales que crían para alimentarse, también cultivan sus huertas y toman agua de pozo que se distribuye por medio de una cisterna.

(En 2018 el pueblo llegó a La Nación: hacía más de un año que se había inaugurado una planta potabilizadora pero "los vecinos siguen esperando". La presidenta de la Unión Vecinal, Liliana Ovallez, le dice a DIARIO HUARPE que aún no está operativa la planta; actualmente la gente se abastece de una perforación para aseo personal y lavar ropa; para el consumo humano, la provincia o el municipio suelen traer un tanque por semana.)

Por la cuarentena algunos alimentos ya no llegan desde Jáchal o Albardón. Se han contratado fletes para ir hasta esos lugares, aunque salía $350 por persona y los dejaban en la Ruta 40, a 32 kilómetros del ingreso...

“Si traés mercadería o alimento para los animales se hace imposible regresar caminando. Y además, es algo antieconómico”, cuenta Nadia.

Cobrar las jubilaciones y las asignaciones es una odisea: pocos tienen auto, y la policía solamente permite como máximo 3 pasajeros y de 8 a 13. Para conseguir un cajero deben viajar más de 2 horas, entonces designan a algunos y les confían las tarjetas de débito y las claves para que les traigan la plata.

Claudia, sin parar de limpiar la capilla, dice que el Municipio no les llevó ayuda alimentaria: “Acá no llegaron los bolsones de mercadería”.

No obstante, el intendente de Jáchal, Miguel Vega, afirma a DIARIO HUARPE que Mogna fue el primer distrito al que asistió con kits de comida y limpieza del Gobierno provincial. Y precisamente lo hizo, dice, porque es un lugar con poca accesibilidad.

En el pueblo no hay boliches o bares como en otros lados, pero sí se organizaban juntadas de amigos en la plaza los sábados a la noche. Otra costumbre postergada: según Nadia, es lo que más extraña la gente joven.

Una de las salidas permitidas es ir hasta la salita de salud, los lunes, para ver al médico clínico. Atiende por orden de llegada, al igual que el odontólogo que viene cada 15 días pero no aparece desde el 20 de marzo, cuando empezó la cuarentena.

“No hemos tenido consultas de personas con síntomas compatibles con coronavirus”, cuenta la encargada del centro de salud, Lorena Mallea.

Lorena Mallea. Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

Recuerda que al principio muchos vecinos se acercaron, pero más por susto: aducían tener fiebre o un poco de tos y eran apenas síntomas aislados. Como no hay farmacia, les dieron algún remedio de lo que había en el dispensario. Y si hubiera persistido el dolor, habrían ido al Hospital San Roque de Jáchal, como cuando se produce una emergencia.  

La escuela "Hipólito Bouchard" está cerrada pero de vez en cuando aparece alguien: los vecinos van a comunicarse con sus familiares vía WhatsApp, porque ahí hay wifi. Si tienen que hacer llamadas, usan un teléfono fijo ubicado en el Centro Integrador Comunitario (CIC). Funciona con cobro revertido.

 

Así se ve Mogna

Video: Mariano Martín/DIARIO HUARPE

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