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Cultura y Espectáculos

"La aceptación no es un problema de las instituciones, sino de la sociedad"

Cinthia fue la única que se presentó, tiene 21 años y es la candidata a embajadora nacional del sol por Ullum.

POR REDACCIÓN

11 de noviembre de 2019
Cinthia fue la única que se presentó para ser embajadora de Ullum.

Cinthia Muñoz es la embajadora de Ullum, fue la única en presentarse asi que automáticamente quedó como embajadora. Estudia para ser contadora, hace desayunos para financiarse sus estudios y posee una historia de vida donde el esfuerzo familiar la marcó de por vida.
¿Cómo fue presentarte cómo única candidata a embajadora?
Al principio no podía creer que fuera la única en presentarme, si bien en otras ediciones tampoco hubo mucha participación, al menos había tres candidatas. Creo que al ser algo nuevo no hubo mucha participación porque todavía no se llega a entender del todo cual que es lo que significa ser embajadora. Mostrar otras facetas de las mujeres, la historia de vida que hay detrás de cada una y poder darse a conocer es una alegría para mi.
 ¿Cuál es tu historia de vida?
Vivo en Ullum hace 18 años, siendo una niña y con un hermano casi de la misma edad, mis padres decidieron venirse a Ullum, no fue nada fácil para mi familia encontrar un lugar y lograr estabilizarse debido a nuestra situación económica, vivimos más de 6 meses en una camioneta donde mi madre cocinaba entre cajones y comíamos sobre ellos, mientras de apoco pegaban ladrillo por ladrillo de lo que es hoy en día mi casa. Con tan solo 4 años y 5 mi hermano dormíamos encima de bolsas de papa, zanahoria y demás verduras que traían de la feria para vender, mi mama a su vez hacia todos los días docenas de maicenitas la cual vendía en el Hospital Marcial Quiroga. Ver el sacrificio que hacían y que hacen cada día mis padres es lo que me ha convertido hoy en lo que soy y lo que me ha servido de guía para lo que quiero ser.

En mi adolescencia, concurrí un colegio en la ciudad donde debí vivir mis 7 años de secundario con mi abuela debido a que era muy difícil económicamente poder viajar todos los días, esperaba ansiosa el día sábado que era cuando volvía a Ullum porque aunque no lo crean acá sentía paz, tranquilidad y sobre todo me sentía cómoda. El poder transitar mis calles ulluneras sin peligro, el poder estar fuera de casa tomando mates sin temor alguno era algo que nadie nunca iba a poder comparar.
A los 18 comencé ayudar a mis papas activamente en su negocio familiar y económicamente hacen 3 años que sustento mis gastos de la facultad haciendo desayunos en fechas especiales, y la verdad que es algo que me encanta, no solo porque disfruto hacerlo, sino también por el simple hecho de ver el rostro de felicidad de las personas al recibir tan hermoso detalle.
¿cómo vivís este nuevo tiempo para las mujeres en relación a las carreras universitarias donde históricamente fueron minorías?
Somos más pero todavía falta, lo veo en mis círculos de amigos. Uno de ellos es gay, no es de la carrera de contador pero veo como todavía hay cierta resistencia hacia él. La aceptación no es un problema de las instituciones, sino de la sociedad que todavía falta que cambie, aprender a no juzgar,

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