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“No más puchos”, una campaña que busca concientizar y limpiar las playas
POR REDACCIÓN
Una sola colilla de cigarrillo puede contaminar alrededor de ocho litros de agua, con el agravante de que este filtro demora alrededor de una década en degradarse por completo.
Con el auge turístico a pleno en esta época del año, miles de personas aprovechan y pasan los días enteros en las playas. Una parte de estas personas son fumadoras, por lo que encienden un cigarro y la colilla o filtro lo tiran en la arena o al mar. Esto muchos no lo ven como un mala acción, pero contrario a esto, produce contaminación, afectando al océano, especies marítimas y también a las propias personas.
Por ello es que nació una idea original desde los mismos pobladores de la IV Región. En La Serena, en la conocida Avenida del Mar, tuvo lugar la actividad denominada “No más puchos”, que contó con el apoyo de la Confederación de Ciencias Ambientales de la Educación Superior (Cecades) de la Universidad de La Serena, la Seremía de Medio Ambiente y la Delegación de Ingeniería Civil Ambiental.
En el tiempo que duró la actividad, los organizadores y promotores de la campaña también invitaron a los turistas a que ayudaran en la recolección de los filtros de cigarrillo por el lapso de media hora, con la finalidad de generar conciencia.
Además, hubo entrega de premios para quienes colaboraron en la causa.
SANCIONES ECONÓMICAS
La postura oficial
Desde el Gobierno de La Serena, el seremi de Medio Ambiente, Cristian Felmer, contó que se está generando conciencia entre los turistas que llegan a la región, “para que no dejen las colillas de cigarro en la arena”.
En esta línea, recordó y advirtió para los que no lo sepan, que existe una ley que sanciona hasta con una multa económica a quienes contaminen o ensucien playas, ríos, o parques nacionales.
El costo de esta multa puede alcanzar los 200.000 pesos, lo que serían cerca de 290 dólares estadounidenses.
IMPULSOR
La voz de la concientización
Quién dio el puntapié inicial para que esta campaña tuviese lugar fue Hugo Baeza, “el Aki Chip”, y su hija.
Según contó, la idea surgió un día que fue a una playa de Peñuelas, en Coquimbo. Vio las colillas en la arena y decidió limpiar una parte de la zona llenando una botella de plástico con las colillas. En 10 minutos no sólo llenó la botella sino que aún quedaba bastante por limpiar.
“Generamos conciencia en las personas para que no las boten más en la arena, y así tener nuestras playas limpias, libre de contaminación y cambiar el hábito del fumador”, afirmó Bauza.
La campaña tuvo su inicio y lo dio con paso firme, con la noble intención de cuidar el medio ambiente y generar conciencia entre las personas, porque el cambio se logra a grandes escalas cuando todos están comprometidos con él.