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Aman el departamento que los vio nacer y juntos están armando un museo en el corazón de Los Berros
Una historia de amores y pasiones en los 112 años del departamento Sarmiento.
Este 25 de agosto, el departamento de Sarmiento cumple 112 años y en su historia, la de los Carmona - Guayama, que hace más de 40 años se unieron y hoy proyectan un museo en el corazón de Los Berros.
Una historia de amores y pasiones
Roberto Carmona y Elia Elba Guayama “la Coca”, cruzaron miradas por primera vez hace 45 años en una de las vertientes de la localidad de Los Berros. Ella había llegado al lugar junto a un grupo de amigos de aquella época para pasar un día de camping; sin imaginar que justamente allí, su vida cambiaría para siempre.
“Ese día no intercambiamos palabras”, contó Coca, “solo nos miramos”.
Según Roberto, cuando la vio, se quedó hipnotizado, encantado.
“De verdad, la vi y ahí no más me enamoré”, dijo. “No sabía ni como se llamaba, pero no importaba. Averigüé por aquí y por allá, hasta que me dijeron que era de Cochagual y al otro día me fui para allá”.
De Los Berros a Cochagual hay casi 40 kilómetros de distancia, pero Roberto nunca la dudó.
En ese día de averiguaciones e investigación, Roberto se entera que Coca, el día sábado, iba a ir al baile que organizaba el Club Sarmiento... y Roberto tampoco la dudó. Es que esa era "la oportunidad".
"Cuando lo vi en el baile dije: sonamos, se enamoró", dijo entre risas Coca.
Roberto se armó de coraje y la encaró; bailaron, charlaron y casi sin darse cuenta, la conversación se extendió hasta hoy.
“Parece increíble, pero ya llevamos 45 años juntos”, dijo Coca mirándolo a Roberto con una risa cómplice. “Hemos pasado de todo, pero siempre felices y agradecidos por estar vivos”, agregó.
Estuvieron 8 años de novios y después se casaron en la parroquia de Los Berros.
Tuvieron dos hijos: Roberto (35 años) y Emanuel (32 años).
Hoy ya son abuelos, y con sus 62 años siguen proyectando, emprendiendo. Esta vez, el gran proyecto: un museo...“La Casona de Mis Viejos”.
“Esto lo hacemos en honor a mis viejos, a los sufridos trabajadores mineros y sus familias", dijo Roberto. "También lo hacemos en agradecimiento a esta tierra que nos ha dado tanto y por todos los niños que son el futuro de la existencia”.
Sobre el museo
Al Museo “La Casona de Mis Viejos”, Coca y Roberto lo están armando con recursos propios, en la casa familiar de los Carmona.
La casa de más de 100 años, está ubicada sobre la Calle del Medio, sin número, antes de topar con el cerro.
“Aquí no hay como perderse”, acota Coca, “Uno pregunta y de seguro llega, porque en Los Berros nos conocemos todos”.
La idea del museo comenzó a cobrar vida hace solo tres meses y todo el pueblo está entusiasmado.
En el lugar, se pueden ver réplicas a escala de los hornos caleros y la evolución de sus procesos productivos; piedras de diferentes tamaños, colores y canteras; elementos de bodegas; fotos históricas de la localidad de Los Berros, de reuniones familiares, eventos sociales, deportivos; incluso, una foto de la primera moto que llegó a la localidad sarmientina.
Además, se pueden encontrar discos de vinilos con sus respectivos tocadiscos; videos de películas en VHS; planchas a carbón; cueros de guanacos; huevos de avestruz; un mortero hecho con una raíz de algarrobo y su pisón de chañar; entre otras reliquias familiares que cuentan una parte de la historia de los habitantes de la zona.
“Principalmente, nos estamos abocando a las historias de las familias de los Berros, que en su mayoría son mineras. Pero, también estamos agregando cosas de diferentes localidades del departamento”, explicó Roberto.
Los Carmona, de ascendencia yugoslava, llegaron a Los Berros desde Chile hace más de 130 años. Y justamente lo hicieron para trabajar en las canteras de cal y proyectar un futuro próspero a sus descendientes.
“Mi abuelo fue uno de los primeros pobladores de Los Berros; así que mire si no tenemos historias para contar y mostrar”, dijo Roberto.
Por su parte, los familiares de Coca, los Guayama, también tienen su historia, pero ellos desde el otro lado de Sarmiento; es decir, del este, ya que están emparentados con el gaucho santo de las Lagunas de Guanacache (Santos Guayama).
“Nosotros somos más de la tierra y de la sabiduría ancestral”, dijo entre risas Coca, “y por eso en el museo yo tengo mi rinconcito con los yuyitos de carqueja, ajenjo, tomillo, palo azul, patay, café de algarroba, y si querés, hasta te puedo contar una historia o leyenda”.
Por ahora, el museo está funcionando en la habitación principal de la casa, pero la idea es ampliarlo hacia otros espacios e incluso hacia el fondo, donde se proyectan un escenario, parrilleros y una pileta.
“Todo lo estamos haciendo con nuestras manos, a pulmón y con recursos propios”, aseguró Roberto. “Y todo para dejarle algo a nuestro pueblo, algo para que nada se olvide”, concluyó Coca.