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Política > Sin quórum

Capital: concejales le dieron la espalda a la fotomulta y no sesionaron

La mayoría de los ediles presentaron notas justificando previamente la inasistencia. Oficialistas y opositores sostienen que la iniciativa comprometerá el presupuesto de la gestión que está por asumir.

04 de octubre de 2019

La gestión de Capital que encabeza Franco Aranda se quedó, al menos por ahora, sin apoyo para aprobar la implementación de la fotomulta en el departamento. Concejales del oficialismo y la oposición le dieron la espalda ayer al proyecto, no fueron al Concejo Deliberante y la sesión donde se iba a debatir quedó trunca. Sostienen que ya es tarde para darle curso, porque falta muy poco tiempo para terminar el mandato y condicionaría a la conducción que asumirá el 10 de diciembre.

El Concejo Deliberante tenía varios temas para discutir ayer, pero el que más revuelo despierta es el de la fotomulta y a juzgar por las voces que se escucharon en off, fue el que frustró la sesión. Ocho de los doce ediles que componen el cuerpo presentaron notas avisando que no podían asistir y eso fue suficiente para vaciar el recinto y que no se pudiera iniciar el debate, ya que hace falta un mínimo de siete concejales.

Los que expisieron por escrito algún motivo para ausentarse ayer fueron el oficialista Juan Pablo Dara, los actuaristas Juan Sansó y Federico Sansó; los macristas María Eugenia Raverta, Gabriel Damico y Ricardo Marún; y Silvia Olmos y Gonzalo Campos, de Alternativa por Capital. Vargas, también oficialista, directamente no fue y sus compañeros Gabriel Castro, Javier García y Daniel Alamo dijeron presente, aunque sabiendo de antemano que no iba a haber número para sesionar.

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El primero en salir a cuestionar la iniciativa de la fotomulta fue Actuar. Ante la ausencia de Juan Sansó, que es el actual presidente del bloque y se encuentra fuera de la provincia, el que habló fue el concejal electo, Mariano Dominguez. El miércoles aseguró que el proyecto “es inoportuno, porque compromete  el presupuesto y financiamiento de la gestión futura”, para luego agregar: “Teniendo en cuenta que Aranda  fue candidato y no resultó electo, sus decisiones a futuro no tienen la legitimación de los vecinos”.

En el oficialismo municipal, nadie quiso hablar ante un micrófono. Pero en off revelaron que en el cuerpo comparten que no es el momento de aprobar el sistema de sanción a los infractores de tránsito, porque Aranda está a punto de terminar el mandato y afectaría recursos que no va administrar. Señalaron que, en todo caso, hay que dejarlo a consideración de Emilio Baistrocchi, que asumirá como intendente en diciembre.

Aranda y Baistrocchi son peronistas, se enfrentaron en las PASO, ganó el segundo y después cantó victoria en la general, para convertirse en jefe comunal. En el bloque de concejales hacen equilibrio. No quieren impulsar ningún proyecto de envergadura que pueda condicionar los ejes de acción a instrumentar por el futuro intendente y al mismo tiempo, evitan dejar expuesto al actual con un voto negativo. La salida que encontraron fue la movida para, directamente, no sesionar y no entrar en la discusión a la vista de todos.

Para implementar la fotomulta, Aranda firmó un convenio con una cámara empresaria para que instale y mantenga la aparatología que hace falta y opere el sistema y lo mandó al Concejo para que lo apruebe. En uno de los sus artículos establece que por esa tarea, la concesionaria se llevará el 55% de lo que se recaude por las multas a los infractores.

Por ahora, el proyecto quedó en el freezer. No hay fecha para que sea debatido y ni siquiera se sabe si se tratará en lo que queda de la gestión.

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