Cómo armar una pérgola que sea segura y atractiva

Las pérgolas son estructuras que combinan muy bien con enredaderas o plantas trepadoras. Son ideales para proporcionar sombra al patio de la casa. Estas incluso, pueden ser totalmente independientes o ir adosadas a otro soporte. Lo ideal es tener en cuenta algunas sugerencias para que sean durables en el tiempo.

La base de la pérgola es la clave. Debe ser una construcción fuerte, sobre todo si está al aire libre. Si los soportes son de madera, a la hora de enterarlos en el suelo, hay que asegurarlos con cemento. Lo mismo sucede si se elige otra clase de material como el hierro. Lo ideal es que estén colocados en un pozo de al menos 50 centímetros de profundidad. Además hay que rellenar el hueco con ripio o piedra caliza, además de otros escombros.

 Por otro lado, el grosor de los mismos estarán relacionados con la extensión que tenga la pérgola, para poder soportarla correctamente. Lo importante es asegurar la pérgola definitivamente para que no se caiga con algún viento.

Luego de los postes, llegará el turno de realizar la parte del techo. Las maderas se colocarán una al lado de la otra. La distancia entre ellas dependerá de qué planta se vaya a colocar y cómo será el poder de cobertura de la misma. Si no se pondrá una e

redadera, entonces el espacio entre maderas debe ser de no más de 10 centímetros para que logre el efecto de sombra deseado.

Es importante, a la hora de trabajar con madera, realizar un mantenimiento anual con alguna pintura o barniz para que esta no se reseque con el Sol y no se arruine con las lluvias.