Política > Aumento de jubilaciones
El Gobierno desconoce la sesión en el Senado e irá a la Justicia
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, denunció que la sesión fue antirreglamentaria y acusó a la oposición de perpetrar un “golpe institucional”. La vicepresidenta Victoria Villarruel habilitó el debate, lo que generó una fuerte interna en el oficialismo.
POR REDACCIÓN
Este jueves, el Gobierno nacional volvió a tensar su vínculo con el Congreso al anticipar que desconocerá cualquier ley que se apruebe en la sesión del Senado impulsada por bloques opositores. A través del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el Ejecutivo aseguró que considera “ilegal” el desarrollo del debate y que, en consecuencia, recurrirá a la Justicia para frenar su avance.
“La sesión no es válida, se convocó fuera del reglamento, y si se aprueban leyes, serán judicializadas”, expresó Francos. El funcionario apuntó directamente contra la Comisión de Presupuesto, que, según explicó, “se autoconvocó sin el aval de su presidente”, el senador libertario Ezequiel Atauche. Para el oficialismo, la emisión de los dictámenes fue ilegítima y cualquier iniciativa surgida de ese proceso, nula.
En el temario de la jornada figuraban proyectos clave como el aumento a jubilados y la prórroga de la moratoria previsiona, los cuales fueron aprobados finalmente.
La situación se volvió aún más tirante cuando la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, decidió habilitar la sesión y ocupar su rol como presidenta del cuerpo. Según reveló Francos, ella misma le anticipó su decisión argumentando que, de no hacerlo, el kirchnerismo “se apropiaría del control del recinto”.
Desde el círculo cercano a Javier Milei, la reacción no tardó en llegar. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue una de las más duras: acusó a Villarruel de “ser cómplice del kirchnerismo” y de “convalidar un golpe institucional”. “No denigre la institución que preside. No se puede permitir este atropello a la República”, lanzó.
El diputado bonaerense Agustín Romo también se sumó a las críticas: “Villarruel ni siquiera permitió discutir si lo que se hacía era reinterpretar o modificar el reglamento. Directamente habilitó la sesión y dio la palabra a Mayans”, dijo, en referencia al jefe del bloque peronista.
Este escenario profundiza la grieta entre el Ejecutivo y el Congreso, y también expone las tensiones internas dentro del propio oficialismo. Mientras el Senado avanza con proyectos de alto impacto social, el Gobierno busca impedirlos con una estrategia judicial y con una narrativa centrada en la defensa del “equilibrio fiscal”.