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Provinciales > Historias sanjuaninas

El primer Día de las Infancias de Juana, la nena trans que luchó contra todo

“Todos los días ella le pedía a Dios que la hiciera nena”, afirmó la madre. 

19 de agosto de 2022

Juana tiene una sonrisa contagiosa, el pelo rubio, cortito por los hombros y con algunas mechitas blancas por debajo. Cuenta que ahora le gusta vestir de negro y con ropa holgada. Pero que no siempre fue así. Hace tres años, cuando pudo verbalizar su autopercepción, dijo que no era un varón, que era una nena y que quería vestirse siempre de rosa. Para el Día de las Infancias quería recibir juguetes como muñecas o castillos. Esta niña trans de 12 años celebró plenamente este día tan importante para todos los niños recién a los nueve años, pero no reniega de su infancia. Todo lo contrario, se reconcilia con su historia y es feliz: por fin puede gritar quién es y cómo se siente.

Los Guerrero son una familia sanjuanina constituida por una madre, un padre y tres hijas. Cuando nació Juana, hace 12 años, ella era un varón. Sin embargo, según comentó Verónica Díaz, mamá de la nena, a DIARIO HUARPE, cuando empezó a crecer y desde muy chica comenzó a mostrar ciertas actitudes diferentes. Jugaba con nenas y con juguetes de niñas, pero como padres no lo veían raro porque “no es obligatorio que si sos nene tenés que jugar con juguetes de nene”.

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Los juguetes de Juana. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

El tema de los juguetes para Juana fue complicado. Sobre todo durante los Días de las Infancias, en los que recibía regalos que no la hacían feliz. Sus padres se dieron cuenta de que las pelotas, los superhéroes y los demás juguetes “de varones”. Lo más cercano a algo que le gustara a Juana eran los peluches.

“Cuando Juana era chiquita, era muy difícil hacerle un regalo y ver esa cara de felicidad de un niño cuando recibe regalos de Día del Niño”, dijo Verónica.

Sin embargo, aquel marzo de 2019, Juana juntó fuerzas y le dijo a sus padres que “todos los días le pedía a Dios que la hiciera nena”. Ese día empezó para toda la familia un momento de transición importantísimo.

Verónica junto a los juguetes de su hija. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

“No comprendimos de qué se trataba, porque en ese momento sólo conocíamos a las personas homosexuales. Empezamos a interiorizarnos y a saber que se trataba de una persona trans”, explicó la madre.

El primer día como Juana

La familia de Juana la acompañó en todo momento, aunque al principio les haya sido difícil comprender el tema de los géneros y la transexualidad. Unos días después de esa confesión, la niña se animó a salir como tal.

“En mis primeros días como Juana no salía, nunca salía, porque no me sentía yo. Una vez mi mamá me dijo que fuésemos a comer a mi tía, que con mis primos somos como hermanos. Y decidí salir como Juana, mi primera vez cómo Juana. Mi mamá le mandó un audio a mi tía y le avisó que iba a ir con Juana. Me recibieron muy amablemente, aceptándome”, expresó Juana.

A partir de ese momento todo cambió. Hasta su Día de las Infancias. La desilusión y la tristeza que sentía al no recibir lo que ella esperaba ya no existía más. Ese día pudo festejar de verdad.

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“Su primer Día del Niño fuimos a elegir a la juguetería y teníamos muchas opciones para tener en cuenta, pero sabíamos que lo que le compráramos la iba a hacer feliz. Tuvo su primer castillo de princesas y fue mágico”, contó Verónica.

Verónica se emocionó hasta las lágrimas y Juana, como respuesta, se ríe. Ella dice que fue “una experiencia inolvidable” recibir su primer juguete como nena.

La reconciliación

Juana no reniega de su vida antes de su transición. En su habitación tiene todos sus juguetes: los castillos de princesas, pero también los autitos y los robots.

“No hubo un corte, cuando se liberó y nos dijo, fue un transitar hermoso”, manifestó la mujer.

Si bien para ninguna fue fácil, todo el esfuerzo valió la pena para Juana. Hoy es quien es y es feliz.

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