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El profe sanjuanino que le esquivó al pico de coronavirus en Bolivia
El preparador físico sanjuanino Adrián Carrión estuvo trabajando en el Guabirá de Bolivia y por el Covid-19 tuvo que volverse a la provincia.
POR REDACCIÓN
El profe Adrián Carrión inició su carrera como preparador físico hace muchos años y trabajó en numerosos clubes de San Juan. Incluso hace algunos años atrás hizo su primera experiencia en el exterior, ya que Alejandro Schiaparelli lo llevó al Blooming de Bolivia a trabajar. Desde hace un año atrás volvió al país del altiplano para trabajar con Víctor Hugo "Copito" Andrada en el Guabirá.
El fútbol boliviano está parado desde hace casi cinco meses, como en la Argentina, debido a la pandemia, y el trabajo de Carrión se delimitaba solamente a las charlas por la aplicación Zoom con sus jugadores para que intenten mantenerse bien físicamente. En la actualidad, Bolivia es uno de los países sudamericanos más complicados por el coronavirus, sobre todo por la gran cantidad de casos y muertes. Por tal motivo, el profe decidió volverse a su tierra natal para estar junto a su familia.
Carrión tuvo que vivir una odisea para llegar a San Juan y le relató todo a DIARIO HUARPE. "Yo salí desde Bolivia el 19 de junio, donde tenía vuelo a las 8.40, pero finalmente se retrasó por todo el protocolo que se tenía que cumplir. Siempre cumpliendo con las medidas sanitarias como corresponde, con barbijos y guantes, es más creo que en todo el vuelo me gasté como 15 pares de guantes debido a la psicosis que se vive en todo el mundo, especialmente allí", recordó Adrián.
"Me vine de Bolivia primero porque quería estar con mi familia, porque al estar solo tanto tiempo en otro país te hacen sentirte mal psicológicamente. Allá avanza fuerte la pandemia y ver que me tocaba cada vez más de cerca al tener personas conocidas contagiadas con coronavirus hizo que me decidiera por volver", continuó Carrión.
Según relató, llegó a Ezeiza a las 15 del día 19 de junio. Allí estuvo mucho tiempo demorado por la gran cantidad de trámites que hay que hacer, muchos formularios desde declaraciones juradas, cuidados sanitarios y demás. Cuenta que en ese vuelo tuvo mucho miedo porque "la gente iba de un lado a otro del avión y no sabés si quien viene al lado tuyo está contagiado o no".
"Como era el único sanjuanino, no había nadie quien viniera a San Juan, así que me tuve que ir a un hotel de tránsito de la Nación en San Telmo. Pero por más que el hotel era lindo, yo quería llegar a mi casa. Eso fue viernes y recién el lunes en la tarde pude viajar en un micro que parecía una burbuja, ya que cada uno debía tener comida y agua porque nadie podía bajarse", rememoró.
El viaje duró 43 horas hasta llegar a San Juan. "Una barbaridad", calificó: "Llegué, me bajé del micro y me llevaron a un hotel donde estuve dos semanas sin poder salir a ningún lado y obviamente siguiendo todos los protocolos de Salud Pública, hasta que me hicieron el hisopado y gracias a Dios no tenía el virus. Por suerte pude darme un abrazo con mi familia una vez que eso se confirmó", añadió.
Lo que sí lamentó es que tuvo que pasar el Día del Padre y su cumpleaños adentro del hotel. "Son dos fechas que a una persona lo marcan, pero tuve que bancármela y esperar el día a día para estar con mi familia. Ese día, recién fue el 9 de julio, pude salir del hotel para irme a mi casa junto a mi familia", cerró el profe Carrión.