Cultura y Espectáculos
El profesor de La casa de papel y su lucha contra el cáncer
Con una vida sobria y habiéndole ganado al cáncer, así se planta Álvaro Morte, "el profesor" después del éxito de la casa de papel.
POR REDACCIÓN
El artista español que protagoniza al Profesor de la exitosa serie La Casa de Papel venció al cáncer cuando tenía poco más de 30 años. Son pocos los que conocen esta historia. El gaditano se plantó firme y se propuso que en su cáncer mandaría él, desde ese día luchó para ganar la batalla más importante de su vida.
Es así que el actor y el personaje comparten una enfermedad que les cambió la vida. Sergio Marquina pasó su infancia y su juventud postrado en la cama de un hospital. La serie no devela cuál es el motivo, pero sí cuenta que su padre, mientras lo acompañaba, le hacía cuentos sobre robos e incluso fue víctima mortal de uno de ellos. Esto lo impulsó a confeccionar un plan de atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
El miedo no tuvo lugar para el personaje de ficción y menos para el hombre de la vida real. Como todo tratamiento contra el cáncer, Morte se sentía cansado, pero en su interior brotaba una fuerza irreconocible por recuperarse. Seguridad es la palabra que resonaba en su cabeza. "Recuerdo al médico con la bata blanca y el estetoscopio colgante que vino a decirme sin anestesia: 'Mira, te pasa esto y esto y te queda tanto tiempo de vida'", explica. El impacto duró unos pocos minutos. Luego vino la calma. "Me lo tomé como si fuera algo pasajero. Por ejemplo, una gripe. Esta te hace sentir mal, tienes fiebre, temblores, pero sabes que se te va a pasar. No te lo cuestionas", afirma y agrega: "En lugar de aceptar que tenía pocas posibilidades de sobrevivir, intenté darle la vuelta, a lo que, en principio, la lógica me decía que no".
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"De hecho estoy contento de haber pasado por esto. Aprendí mucho de la vida, de cómo tomarla, de cómo sonreír cada mañana. Es un proceso duro y todo depende de cada uno", sostiene Morte, que nunca se preguntó ni por qué a él, ni por qué en ese momento. Simplemente siguió su camino, porque si bien la ciencia lo curó, la actividad laboral también lo hizo.
Actualmente lleva al colegio sus pequeños hijos, los mellizos Julieta y León. Participa incluso del chat de padres del WhastApp, donde coincide con Ismael Serrano, de quien se hizo amigo. Además se rumorea que podría ser "el padrino" en un eventual casamiento de Úrsula Corberó con el Chino Darín (con él filmó Durante la tormenta, disponible en Netflix).
Su plan predilecto es quedarse en casa con su esposa, la estilista Blanca Clemente, que reniega de los flashes de la prensa tanto como lo hace su marido.
Con ella creó la compañía 300 Pistolas. El proyecto nació cuando los dos se quedaron dormidos mirando una función de una obra de teatro clásico. Al despertar y sacudirse el tedio, Álvaro y Blanca se propusieron armar una productora que acercara al público las grandes piezas de la dramaturgia -como La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca– de una "forma clara y directa, fresca y entretenida".
Al fin, con 300 Pistolas, Morte despunta el vicio de director teatral, como lo hacía antes del furor de La Casa de Papel. Y si bien no reniega de El Profesor, ahora ha optado por escoger papeles que nada tengan que ver con lo que hizo en la serie. Pero que ni siquiera cuenten con "un retazo" de ese hombre calculador y meticuloso, a quien tan poco se parece, historias clínicas al margen.
"Deseo mantener mi vida normal. Soy una persona sencillita, y quiero que la vida de mi familia y la mía siga siendo así", ha declarado quien entiende que no debe viajar a los Estados Unidos para codearse con la fama. Porque los tiempos han cambiado con las series y el streaming, y ya no hace falta armar las valijas y cruzar el océano -a lo Antonio Banderas, digamos- para alcanzar el éxito global y la popularidad masiva. Álvaro se encuentra a gusto dentro de las fronteras de la Península Ibérica, y considera que en su país se hacen producciones "a lo Hollywood". Si un día va a Los Ángeles será de paso, para trabajar en un proyecto puntual.
De ocurrir aquello, Morte regresaría de inmediato a la calidez de Pozuelo de Alarcón, donde se encuentra su hogar.