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El Teatro Sarmiento festejó, a oscuras, sus 40 años gracias al talento de los artistas
El Teatro Sarmiento celebró sus 40 años desde que pasó a la gestión estatal y reabrió después de dos meses, en los que se realizaron refacciones, con un atípico festejo marcado por un corte de luz. Con la primera media hora a oscuras e iluminado con linternas y celulares, el festejo fue un ejemplo de “el show debe continuar”.
Improvisar para sobrevivir
El Teatro Sarmiento estrenó mobiliario, luminarias y una “lavada de cara” a su fachada. Esto fue con una velada en la que se combinó artes escénicas, circenses, música y danza. Todo sucedió en la noche, pero en condiciones inesperadas.
Sucedió así: a minutos antes de que comenzara el show un transformador tuvo desperfectos. El espectáculo debía empezar, el público había sido recibido por artistas de diferentes disciplinas. Con el público ubicado en sus butacas y las luces apagadas (lo que es usual antes de que comience el show) a los cinco minutos pasada de la 21, Silvio Guevara, actor sanjuanino y presentador de la noche, informó al público que por el corte externo el espectáculo se retrasaba. Por unos momentos no se sabía si eso era parte del espectáculo. El tiempo pasó hasta despejar cualquier sospecha, el corte definitivamente no estaba previsto.
Fue ahí que bajo la coordinación de María Julia de Nardi y Javier Cornejero, una veintena de artistas se pusieron a hacer lo que saben hacer. Los cantantes cantaron desde ópera a pop, bailarines de todos los estilos y géneros ocuparon los pasillos y desfilaron con sus ropas; los actores interpretaron fragmentos de obras que llevan subiendo a escena por años. Como si fuera un cuento, el teatro, debajo del escenario, fue una muestra de la variedad artística conviviendo todo en simultáneo y cómo también son ellos los que sostienen una escena que trabaja en condiciones laborales más bien irregulares.
Pese a todo, el show siguió en penumbras, iluminados por las linternas de celulares y un público paciente, hasta que cerca de las 21.40 llegó la luz con un timing perfecto porque coincidió con la interpretación de “Hallelujah” en las voces del grupo Nu Vox. El milagro en escena.
El espectáculo fue recortado en el formato presentado en un principio. Después de las 22 el show llegaba a su fin respetando los horarios presentados. En los minutos restantes, en los que hubo luz, Nu Vox interpretó canciones que pasaron del rock nacional al funk y el cierre fue con la obra “Una mujer” de Rosita Yunes, actriz destacada de San Juan.