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La China Suárez rompió el silencio sobre las escenas íntimas con Pablo Echarri
La actriz protagoniza una intensa historia junto al reconocido actor y habló sobre cómo se construyen las escenas íntimas, el rol de la coordinadora de intimidad y su evolución personal frente a la exposición mediática.
POR REDACCIÓN
Eugenia “La China” Suárez vuelve a sorprender con un papel protagónico en la nueva serie Camaleón. El tiempo no cambia, donde comparte pantalla con Pablo Echarri en una historia cargada de drama, tensión y momentos íntimos. En diálogo con el periodista Martín Pazos, la actriz se refirió a las escenas de alto voltaje que comparte con su compañero y desmitificó el imaginario que muchas veces se genera en torno a ese tipo de escenas.
“Quizás es más la fantasía del que lo ve de afuera. Para nosotros es una escena más. Hay escenas que son más fuertes e incómodas que las que la gente cree que lo son”, expresó Suárez, quien en la serie interpreta a una periodista de investigación envuelta en un entramado de poder, crimen y secretos.
Por su parte, Pablo Echarri también aportó su visión sobre el trabajo que implica actuar en escenas íntimas:
“Tuvimos escenas complejas, convocamos una temática compleja y estamos muy atentos a ser buenos compañeros, cuidarnos entre nosotros y ser generosos para que lo que quede plasmado en la imagen sea mejor aún”, sostuvo.
Ambos intérpretes coincidieron en que el enfoque profesional y la presencia de una coordinadora de intimidad fueron claves en la filmación. “Es todo una coreografía. No es que te mandan al set y hacés lo que querés”, aclaró Suárez. Echarri añadió: “Una escena que implique un acercamiento corporal tiene características muy claras de cómo debe realizarse y, si uno las mantiene, no hay de qué preocuparse”.
Un trabajo más adulto y una mirada más serena
Acostumbrada a estar en el centro de la escena, ya sea por sus papeles o su vida privada, “La China” también habló sobre cómo vive hoy esa exposición mediática. Luego de haber protagonizado varios romances públicos —el más reciente, vinculado al futbolista Mauro Icardi—, la actriz confesó que su forma de afrontar la fama cambió con los años.
“Lo transito desde hace bastante y tengo otras herramientas que, cuando era más chica, no tenía. Me salva mi entorno, que es muy reducido: mi familia, mis amigos, mis hijos. Es como mi burbuja. Lo demás es como espuma”, explicó.
En cuanto a Camaleón, señaló que fue uno de los proyectos más fáciles de transitar emocionalmente, a pesar de la intensidad de la historia. Echarri coincidió: “Fue un viaje muy placentero, contradictorio con la temática incómoda que hay que tocar. Pero se aborda con un velo de naturalidad que la hace cercana”.
La ficción nacional, en el centro del deseo
El actor también aprovechó para reflexionar sobre el estado de la industria audiovisual en Argentina.
“Es un país con un historial de producción que siempre estuvo en la vanguardia de la región. En los últimos años quedó relegado, pero gracias a las plataformas y estas grandes producciones, se puede volver a apostar. Ojalá se multipliquen este tipo de contenidos”, remarcó.
Por último, Suárez se sinceró sobre cómo este nuevo rol marcó un cambio en su carrera:
“Es uno de mis trabajos más adultos. Venía haciendo personajes juveniles y me costó hacer el click para darme cuenta de que ya soy una mujer. Me pasó también con la maternidad”.
Así, Camaleón no solo representa una nueva apuesta de la ficción nacional, sino también una etapa de madurez y consolidación para sus protagonistas, que se animan a contar historias profundas sin perder de vista el respeto y la sensibilidad en cada escena.
Fuente: Mendoza Today