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La lucha de madre e hija sanjuaninas contra el cáncer: "Sin ella, yo no estaría"
Patricia es mamá de Luján, quien fue diagnosticada con leucemia severa a principio de año. La mujer contó a DIARIO HUARPE como es vivir con el cáncer presente.
POR REDACCIÓN
Patricia Ortuzar es maestra jardinera y mamá de dos adolescentes, Victoria y Luján de 13 y 15 años. Este año le tocó la lucha más grande de toda su vida, ya que Luján fue diagnosticada con leucemia y su vida cambio por completo. En este Día de la Madre, Patricia contó a DIARIO HUARPE cómo fue el desgarrador momento en el que se enteraron, cómo es su vida siendo mamá con una hija con una enfermedad grave, cómo es su día a día y cómo hace para todos los días tener fuerza.
Fue un 16 de marzo, un día como cualquier otro para muchos, pero que Patricia recuerda muy bien. Luján le dijo a su mamá que le dolía extremadamente la cabeza, pero ella no se preocupó en ese primer momento. Supuso que era normal por las actividades del día anterior, en el que había estado alentando a sus amigas al rayo del sol cuando practicaban hockey. Creyó poder solucionarlo con un analgésico.
Pero no ocurrió así, sino que la niña al siguiente día, cuando fue al colegio como normalmente hacía, comenzó a sentirse muy mal y decidió llamar a su madre quien ya preocupada la llevo a urgencias. Patricia recordó una visita al médico de la semana anterior, en la que el profesional le pidió análisis para corroborar que todo estuviera en orden, ya que esta la encontraba muy delgada.
Entonces fue ahí cuando, antes de ir a la guardia, sintió que primero debía llevarla laboratorio, a buscar los análisis.
“No sé si fue instinto maternal o fue obra de Dios, pero cuando me dijo que le dolía tanto la cabeza, decidí hacerle primero los análisis y luego llevarla a la guardia”, recordó. “ La llevé a la guardia y como solo tenía dolor de cabeza le inyectaron un medicamento. Pero apenas nos subimos al auto me llaman del laboratorio y me dicen que me vaya ya al Hospital Rawson porque los análisis habían salido muy mal”.
Fue ahí cuando el mundo de Patricia comenzó a derrumbarse. La bioquímica le dijo que Luján tenía los glóbulos rojos muy bajos y los blancos muy altos, característica principal de la leucemia.
Ese día internaron a su hija y al siguiente los médicos confirmaron la enfermedad. A los tres días sufrió tres ACV. “Los médicos nos dijeron que el hecho de que esté viva después de eso es un milagro”, comentó entre lágrimas.
Luego de casi 15 días de recuperación logró trasladarla hacia Buenos Aires, dejando toda una vida atrás e incluso a su hija menor, de solo 12 años.
A partir de ese día del diagnóstico, la vida de Patricia cambió de pasar de trabajar en las mañanas, en las tardes llevar a sus hijas a diferentes actividades y dedicarse ella a hacer deporte y andar en bici, a tener otro tipo de prioridades. Hoy en su rutina existen cosas habituales como turnarse con el papá de Luján para poder acompañarla y cuidarla durante diferentes horarios del día.
“Hoy mi prioridad es estar para mi hija al 100% y también estar a la distancia para mi otra nena”, contó.
Patricia cuenta que lo más importante es que su hija se recupere. Y sabe con certeza que lo va a lograr, ya que viene luchando desde hace meses. También contó que desde que sucedió todo, Luján se apoyó mucho en ella y que la relación se fortaleció mucho más.
“Lujan dice que soy un ángel para ella y ahora somos confidentes”
También contó que hay días en los que se siente muy mal frente a la desgarradora enfermedad, que cada día se hace más presente. Pero que adelante de su hija no se muestra débil, sino que son esas horas de soledad, cuando realiza el cambio con el papá de su hija, en las que se permite llorar.