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La Policía de San Juan aplica una novedosa técnica basada en extracción de olor para detectar criminales

Los olores los preservan en frascos y a una temperatura de 20º. Pueden durar hasta diez años.

03 de septiembre de 2022

En San Juan, el área Criminalística ya comenzó a probar en resonantes casos de la provincia una nueva técnica para detectar criminales, basada en la extracción de olor. El novedoso método se aplicó en casos resonantes.

Según comentó a DIARIO HUARPE el comisario general, Ariel Rothis, quien hace 33 años trabaja en la Policía de San Juan, esa técnica se está desarrollando en el país y la provincia no se quedó atrás, por lo que ya empezaron a probarla. Se trata de la extracción de olor para la identificación de una persona.

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“Así como la persona tiene una huella digital única, el olor de los seres humanos es único. Este olor lo va a dejar el victimario en la escena del hecho. Los peritos deben levantarlo y luego en una sala de pericias se va a poder identificar la persona sospechada a través del olor”, explicó Rothis.

Las muestras pueden duran diez años. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

Justamente, el ADN está en la sangre, el cabello, la saliva, entre otros, pero para tomar una muestra se necesita bastante cantidad. En cambio, con el olor es mucho más fácil tomar la muestra.

“En un hecho criminal, cuando alguien usa un palo, cuchillo, cuerda, arma, u otro elemento, ahí va dejando su olor. El mismo se recolecta y se guarda porque es olor sospechoso”, comentó el comisario general.

Es por ello que, cuando en la investigación hay personas sospechosas, les toman el olor con gasas de las manos. Esto lo hacen con las personas sospechosas y con otros testigos que no estén relacionados con el hecho. También, con los elementos vinculados al delito con los que el autor tuvo contacto. 

Todos esos olores quedan impregnados en gasas que se guardan en frascos de vidrio. Los mismos van correctamente etiquetados con una descripción sobre a quién pertenece y el hecho al que se lo vincula. Los frascos los guardan en una habitación que está dentro de la sala de pericias, en la Central de Policía. Ahí hay varias estanterías metálicas repletas de sobres de papel madera que contienen los olores que se tomaron en hechos delictivos, los de los presuntos autores del crimen y los de los testigos. Estas muestras sirven durante diez años y son preservadas a una temperatura de 20º.  “Quedan a la espera de que el proceso judicial requiera la determinación o comparación de olores”, sostuvo.

Así guarda Criminalística las muestras de olores. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

Los que son de hechos delictivos están en las estanterías dentro de los sobres. Mientras que, hay otro estante en el que se ven los frascos con gasas o hisopos dentro que están sobre un escritorio que se ve apenas se ingresa a la pieza. Esos los usan para entrenar a los perros. Es que justamente, son los canes de la entidad los que hacen la verificación.

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En estos frascos están las muestras que usan para que los perros practiquen. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

La verificación se lleva a cabo en la sala de pericias, lugar en el que hay cinco contenedores de metal en los cuales se colocan los frascos abiertos. La ubicación de cada uno de los frascos, cuatro no relacionados al hecho y uno con la fragancia del sospechoso, la deciden las autoridades judiciales, sin saber de antemano a quién pertenece cada uno.

En cada uno de esos elementos se colocan los frascos con los olores. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

Posteriormente, las autoridades judiciales se colocan detrás de un vidrio para observar el procedimiento. Cuando se abren los frascos y están todos del otro lado de la escena, entra un efectivo con un perro. Al mismo lo hacen que huelan el olor del acusado o sospechoso y lo llevan por cada uno de los frascos para que lo compare con los que están en los soportes. Si el can va y viene por todos y no se frena en ninguno, es porque esos olores no coinciden con el del acusado. En cambio, si se sienta o se frena al lado de un recipiente, significa que ese es el de la persona involucrada al hecho.

“Lo que hace el perro es olfatear el olor que se extrajo del lugar y debe buscar el olor en la sala de pericias, si coincide, el perro se sienta y marca, sino va a dar vueltas”, sintetizó el efectivo.

Esta novedosa técnica comenzó a aplicarse en hechos policiales resonantes que hubo en la provincia. Esas muestras las guardan cuidadosamente en la sala, no obstante, el método aún no es incorporado de manera oficial al proceso judicial.

Así es la verificación de olor:

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