San Juan y Mendoza se unen contra las retenciones al vino

El sector vitivinícola fue el único rubro castigado dentro del paquetazo de medidas económicas del gabinete de Javier Milei, debido a que dentro de las economías regionales se mantendrían el 0% a los rubros que la integran, pero la industria del vino sufriría el 8% a las exportaciones. Es por eso que desde el Ministerio de Producción informaron que Gustavo Fernández, ministro de la cartera, y Rodolfo Vargas Arizu, ministro de Producción de la provincia de Mendoza, tendrán una reunión con Fernando Vilella, director de la Secretaría de Bioeconomía de la Nación, para pedir la derogación o modificación del decreto que, afirman, tanto daño hace al sector vitivinícola.

Por otro lado, la cámara empresarial, Bodegas de Argentina, manifestó la profunda inquietud de sus asociados ante la propuesta nacional de imponer 8% retenciones a las exportaciones del vino. En este sentido, no encuentran lógica ante la política económica del gobierno entrante de reducir el gasto público y castigar al sector vitivinícola, ya que según ellos, la facturación de exportaciones de vinos equivale a sumar solo 60 millones de dólares a las arcas estatales, constituyendo apenas el 0,005% del gasto público.

Por eso, en un comunicado de Bodegas de Argentina, expresaron que las retenciones perjudican aún más al sector, lo dejan mal parado ante la competitividad de las exportaciones argentinas frente a países sin gravámenes y acentúan la caída de las ventas al exterior que en el último año tuvo un prolapso del 30%.

DIARIO HUARPE habló con referentes sanjuaninos del sector como es José “Catuco” Molina, quien explicó que el sector no resiste más impuestos porque la vitivinicultura es un sector que genera trabajo con la cantidad de mano de obra que las bodegas necesitan.

Los motivos que esgrimen las Bodegas Argentinas para derogar el decreto

• El argumento de las bodegas es que aplicar retenciones a la industria del vino significará sumar solo 60 millones de dólares a las arcas estatales, apenas el 0,005% del gasto público.
• Perjudicará aún más la competitividad de las exportaciones argentinas frente a países sin gravámenes a las exportaciones.
• Acentuará la caída de las ya mermadas ventas al exterior del vino, que en último año decrecieron aproximadamente el 30%.
• Equivale entregar al estado un mes completo de ingresos por exportaciones.
• Son un tercio del monto que las Bodegas gastan en concepto laboral.
• Significan un cuarto de las compras de materias primas e insumos
• Superan los fondos destinados a promoción y publicidad, normalmente alrededor del 5% de la facturación.
• Implican reducir la cantidad de empleos directos e indirectos, impactando negativamente en la inclusión y arraigo en las zonas vitivinícolas.
• Generará consecuencias negativas en actividades relacionadas como el enoturismo, fuente vital de ingresos en divisas para la región.
• Resultará en la pérdida de valor agregado de un producto que podría degradarse fácilmente a la categoría de commodities.