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Vecinos de Sahir aún no pueden creer su muerte, hay profunda conmoción

El pequeño de 2 años fue atacado por una jauría. Quienes trabajan en la zona aseguran que siempre lo cuidaban para que no se cayera a una acequia. Nunca pensaron que iba a fallecer de esa forma.

06 de septiembre de 2019

“Me enteré en la televisión y no podía creerlo. Me corren las lágrimas cuando me acuerdo, siempre pasaba por su casa y él salía porque yo solía darle caramelos”, contó Francisco González, recordando la muerte de Sahir Peñaloza, el pequeño de dos años que perdió la vida debido a que fue atacado por una jauría de perros. El hombre trabaja en la zona hace bastantes años. El miércoles, tras terminar su jornada laboral se topó con la noticia y no pudo contener las lágrimas. Al recordar lo ocurrido las mismas vuelven a correr por su rostro.

En medio de su conmoción, González se lamentó: “Si yo hubiera estado acá regando no hubiera pasado eso, siempre lo miraba para que no cayera a la acequia, siempre me dio miedo eso”, dijo. Es que el pequeño lo seguía bastante, cada vez que lo veía pasar lo llamaba, no le sabía el nombre pero le decía `ey´ para que le diera sus golosina diaria. “Ahora es un angelito más, que Dios lo ayude allá”, manifestó y se secó con las lágrimas con un pañuelo de tela. Siguió con la anchada trabajando a 100 metros de la casa de Sahir, cada tanto la miraba y parecía recordar al niño ya que todavía no podía creer su fallecimiento.

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De a ratos soltaba la herramienta de trabajo y seguía contando. Cuando se enteró de lo ocurrido pensó que los perros que habían mordido al chico habían sido los de enfrente de la casa ya que asegura que hay más de 10. Los mismos pertenecen a una familia de origen boliviano. Mientras que, frente esa vivienda está la finca en la que hay cerca de seis perros y, según los vecinos, son los que mordieron a Sahir. Cuando González se enteró que habían sido los de ese lugar se sorprendió ya que eran los otros los que eran más “encaradores” y “malos”.

Incluso, cuando llega en su bicicleta se encuentra con los perros de la zona, principalmente los de la familia de Bolivia, motivo por el que optó por llevar una gomera para poder correrlos y que no lo hieran.

Una de las vecinas de la zona, Antonia Arroyo, aseguró que aún no podía creer lo ocurrido. “Estamos malísimamente mal acá, muy tristes porque lo conocíamos”. Es que ella y su hija acostumbran a tomar mates en la puerta y la mamá de Sahir solía pasar con él para ir a tomar el colectivo así que Arroyo tenía siempre una frase para el niño. “Cuando pasaba le decía que estaba muy bonito y que si se iba a ver la novia y él se reía, esa era nuestra conversación”, contó.

El hijo de Arroyo trabaja en la finca de los Peñaloza, justo el día de la tragedia había ido con su pequeño a su empleo en los parrales. El niño de 4 años vio a Sahir lastimado y esa imagen lo marcó y se le atravesó hasta en sueños. “Le tuvimos que dejar la luz prendida porque se despertó un montón de veces sobresaltado, nos decía `mami, pupa´”, dijo la mujer conmocionada.

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“No podemos creer que haya pasado eso en un descuido de cinco minutos”, es la frase que repetían ella y su hija, Vanesa Vega. Ambas manifestaron que en la zona estaban de luto y muy tristes por la tragedia.

Aseguran que hay gran cantidad de perros debido a que los abandonan ahí

Vanesa Vega, una de las vecinas de Sahir, opinó que, además de que algunos vecinos tienen muchos perros, la cantidad se incrementa debido a que hay muchas personas que los abandonan en la zona.

“Hay muchos perros porque los tiran acá, es una lástima”, manifestó. Los mismos se quedan debido a que cuando pueden les dan algo para comer. “En un jardín que está por acá cerca la otra vez tiraron una caja llena de crías”, dio a conocer Vega.

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