Provinciales > El relato del director
Motines en el penal: "Ocurren por la agilidad de los presos, no por descuidos de la policía", dijo el director
Javier Figuerola consideró que en medio de la pandemia de coronavirus, los internos de San Juan van a estar mejor en la cárcel que en sus casas.
Por Facundo Merenda
Luego del motín que se dio el martes en el penal de Chimbas, el director Javier Figuerola habló con DIARIO HUARPE y contó que estos conflictos se desatan porque los presos están reclamando las salidas transitorias y la libertad condicional que quedaron suspendidas por la pandemia del coronavirus.
Afirmó que estos disturbios se producen en pocos minutos y tiene que ver más con la agilidad de los presos que con el descuido de los penitenciarios.
¿Cómo comenzó todo?
—Aprovecharon el momento del recreo. "Señores terminó el tiempo, vuelvan a sus celdas", les dijeron los celadores, pero notaron la resistencia por parte de los presos. Ante esta situación se comunicaron los jefes del pabellón con la dirección y se activó el protocolo de seguridad. Los motines se producen en minutos, no por descuido de los efectivos sino por la agilidad que tienen los presos. Las personas que reclamaron están entre los 20 a 35 años.
¿Por qué se resistían a obedecer órdenes?
—Todo viene a raíz de los reclamos de salidas transitorias o libertad condicional que quedaron suspendidas por la pandemia del coronavirus. Además, se sumó la suspensión de las visitas y eso generó que los internos comenzaran a reclamar, algunos fueron un poco más violentos porque quemaron hasta colchones.
¿Cuáles fueron los sectores donde ocurrieron los disturbios?
—Se concentraron principalmente en 2 lugares: uno fue en el pabellón 6 del sector 1, que estaban de recreo. Allí hay 103 internos por causas comunes como robo y hurto. El otro fue en el pabellón 5 del sector 4, donde hay 90 detenidos por las mismas causas. El más problemático fue el 5 porque pretendieron amotinarse en las celdas mientras duraba la quema de colchones.
¿Cómo fue la evacuación?
—Convocamos a 450 efectivos para cubrir la emergencia. Algunos de ellos estaban con licencia o de franco, pero igual fueron. Al entrar se activaron los extintores de incendio. Empezó a salir agua. Los presos se pusieron a “resguardo” – como se dice en la jerga – para recibir la contención de los celadores y del cuerpo de psicólogos para luego evacuarlos y limpiar el lugar. Además, la Policía de San Juan formó un cordón en el exterior para evitar posibles fugas y entró un camión de Bomberos para sofocar el fuego.
Hace una semana otros internos se manifestaron pero arriba del techo, ¿cómo llegaron ahí?
—El jueves pasado accedieron al techo porque rompieron dos tragaluces. No siempre estos hechos van acompañados de descuidos del personal sino que aprovechan los momentos de distensión y en minutos pueden provocar estos conflictos.
¿Cómo quedó el ambiente luego de estos conflictos?
—Ahora el penal está trabajando en orden. La situación se solucionó rápido. Duró menos de 2 horas. Después de las 18:30 volvió todo a la normalidad.
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¿Cómo vuelve todo a la normalidad?
—Primero intentamos que depongan la actitud y que vuelvan a sus celdas. Es fundamental el trabajo de los penitenciarios a la hora de persuadirlos mediante el diálogo con la colaboración de los jefes de sector que tienen a cargo más de 400 internos.
¿El diálogo es personal con cada interno o hay un líder que los representa?
—Cada interno tiene el derecho de tener contacto directo con los jefes de área, pero en estos casos puntuales se vuelve complicado y se habla directamente con el grupo para que depongan la actitud y cese la violencia. Nosotros debemos velar por la seguridad del interno.
¿Cómo lograron filmar y enviar el video que empezó a circular en las redes?
—Primero hay que determinar si ese video corresponde al penal de Chimbas, y ver si son internos de acá.
¿Todavía no está confirmado que sean presos sanjuaninos los que aparecen ahí?
—No, iniciamos una investigación interna para determinarlo en los próximos días. Es muy probable que sea pero primero hay que confirmarlo.
Algunos tenían armas e incluso ese celular, ¿cómo son los controles que se realizan?
—Hay requisas permanentemente. No son sistemáticas ni están esquematizadas por día u horario sino que se dan de manera sorpresiva y espontánea. También requisamos la mercadería que ingresa proveniente de los familiares. Pero ningún sistema es infalible.
¿Eso significa que hay?
—El caso de los celulares es como en todas las cárceles del país. Si bien hemos reducido la cantidad siempre hay alguno escondido en alguna parte. Y en el caso de las armas, algunas son caseras armadas con parte de las camas.
Tras el motín, ¿Encontraron algo?
—Públicamente no puedo decirlo, es una cuestión de seguridad. Prefiero informarlo de manera oficial.
Salidas transitorias, ¿la solución?
Los presos que empezaron el motín en el penal reclamaron que se sienten expuestos por la pandemia por coronavirus y pidieron tener salidas transitorias.
El director del penal consideró que "las medidas sanitarias que se tomaron dentro del penal de Chimbas sumado a que en San Juan no hay virus circulante ni casos positivos generan una situación distinta a lo que sucede en las cárceles de Buenos Aires".
“Es un error pensar que un persona privada de su libertad esté mejor en su casa que en el penal”, sentenció.
Según registros oficiales, en el penal hay 1.790 presos, de los cuales 90 son mujeres y el resto varones. Hay procesados y condenados, a los que se suman 180 presos federales.
"Teníamos un problema de superpoblación, pero estamos trabajando para solucionarlo. Inauguramos 3 pabellones para ir acomodando a los internos", dijo Figuerola.
En medio del aislamiento para el distanciamiento social impuesto por el Gobierno nacional, el director de la cárcel indicó que espablecieron un protocolo para evitar la aglomeración.
"El grupo de riesgo –los presos mayores de 60 años– están aislados en los sectores nuevos para prevenirlos del contagio. Además controlamos la circulación con la suspensión de visitas por la que dejaron de ingresar diariamente 450 personas al penal. Los presos nuevos no se mezclan con los otros presos porque hemos generado nuestra propia cuarentena", explicó.