La falta de reconocimiento legal de las fiestas clandestinas ha generado dificultades para su regulación y control en San Juan. Bolicheros buscan castigos para quienes las promueven.

La Policía realizó procedimientos de control en locales de comidas que no contaban con habilitaciones y fiestas en predios particulares que resultaron ser clandestinas.

La Policía de San Juan clausuró fiestas clandestinas, boliches y hasta una quinta alquilada sin habilitaciones.

Personal policial debió intervenir en la clausura de dos fiestas privadas en dos departamentos del Gran San Juan que no contaban con la habilitación correspondiente.

Harán la prueba de alcoholemia y vigilarán que no haya menores durante la madrugada.  

Las fiestas se consideran clandestinas cuando hay menores tomando bebidas alcohólicas y cuando se realizan en espacios que no están habilitados para ese tipo de actividad. Y eso es lo que pasó el sábado 25.

En uno de los festejos había 62 participantes.

Dos de ellas fueron detectadas en Rivadavia y la otra en Capital.

Reforzaron controles en departamentos alejados principalmente.