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El amante de Brenda apeló el procesamiento por omisión de ayuda
Por Germán González
José Guajardo apeló el procesamiento del Primer Juzgado Correccional por el delito de omisión de ayuda. El 23 de agosto pasado, el juez Juan Pablo Ortega procesó al amante de Brenda Requena Montaña al considerar que por su culpa la vida de la mujer quedó atada a la decisión del marido Diego Álvarez.
El femicidio de la rawsina conmocionó a la sociedad, a la Policía y a la Justicia debido a las características macabras del asesinato. Mientras el Tercer Juzgado de Instrucción investiga al esposo como principal sospechoso, la Justicia Correccional inició otra causa contra el amante a partir de la denuncia en Fiscalía de la madre de Brenda, Laura Requena. La denuncia quedó radicada en julio.
De inmediato el juez Ortega tomó cartas en el asunto. Tildó en su fallo de "poco hombre" a Guajardo. Luego añadió: "me permito inferir que Guajardo ha mostrado con todas sus actitudes un claro menosprecio por la integridad física y psíquica de Brenda Montaña Requena, como así también por su vida. Teniendo conocimiento que podía ser víctima de violencia física por parte de su marido, habiendo visto cómo Álvarez el 11 de julio del corriente año la golpeaba mientras estaba arrodillada, detalle que no es menor, porque muestra un claro mensaje de dominación por parte del agresor, no hizo absolutamente nada, no sólo ello, sino que se fue con sus amigos a hablar sobre un partido de fútbol, siendo esta una actitud bastante cínica, por parte de la única persona que aquél día pudo hacer algo". En el mismo fallo el magistrado lo embargó por la suma de 5 mil pesos.
Sin embargo, el defensor oficial Carlos Reiloba apeló ante la Cámara de Apelaciones la decisión del juez, ya que su defendido consideró que esto no fue así.
Brenda Requena Montaña murió por "asfixia por ahorcamiento". En principio trascendió que falleció producto de golpes en la cabeza, pero fue desmentido con la autopsia. Los restos de Brenda fueron calcinados y envueltos en una membrana asfáltica, que estaban rodeados de cubiertas. Por este motivo, los investigadores no pudieron identificar el cuerpo desde un principio y tuvieron que apuntar a un cotejo de ADN.
La Policía buscó a la joven por cinco días como desaparecida desde el 11 de julio hasta el 16. Pues su marido Diego Álvarez denunció en la Comisaría 18va de Albardón que desapareció en un descampado cercano a Villa Mallea después de que la encontró con su amante Guajardo. Con paso de los días la Justicia y la Policía descubrieron que Álvarez mentía y desviaba la búsqueda de la escena del crimen.