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“El Topo” Vargas, un changarín que es un símbolo del mercado de Rawson

“Llevo toda una vida trabajando en la feria”, cuenta.

01 de mayo de 2020

El reloj marca las 14:15 y los trabajadores del Mercado Concentrador de Rawson acomodan sus puestos para atender los clientes. En uno de los locales del cuarto sector central está Oscar Felipe “El Topo” Vargas, de 59 años, leyendo DIARIO HUARPE. Sentado en un pallet espera los minutos para que empiece su jornada laboral. Es uno de los changarines más antiguos del mercado y también lo conocen por "curar" con palabras.

Oscar Felipe “El Topo” Vargas en el puesto en el que trabaja. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

El olor a banana, papa, zapallo y cebolla recorre cada metro del predio de 8 hectáreas en el que hay unos 200 puestos. En la puerta charlan los verduleros y revendedores que esperan para entrar, siempre mantienen distancia y usan tapabocas para cuidarse del coronavirus. Algunos hablan a los gritos porque sienten que con la tela cubriendo sus bocas su voz no se escucha.

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"El tapabocas dentro del mercado es obligatorio", dice el altoparlante. Las 14:30 llegan y 3 personas de administración dejan entrar a más de 15 hombres que esperaban parados en la puerta. Algunos lo hacen caminando porque dejaron sus vehículos en el estacionamiento. Otros pasan con sus camionetas para que sea más fácil trasladar la mercadería. Esto les cuesta $50, pero deben dejar que 2 hombres con mamelucos y barbijos les desinfecten la chata con un pulverizador que echa agua y cloro.

Dos trabajadores se encargan de desinfectar con agua y cloro cada uno de los vehículos que ingresa al Mercado Concentrador de Rawson. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

"El Topo" trabaja en el mercado de Rawson hace 24 años, pero conoce el ambiente desde 1975, cuando a los 13 empezó a trabajar en la feria de frutas y verduras de Capital.

En Rawson asegura que "todo el mundo" lo conoce por las "curaciones" con oraciones. “Gracias a Dios aprendí", dice, y cuenta que "ayuda" con desgarros, quemaduras, dolores de muela, empacho, ojeo. Al hombre le enseñó hace 10 años un vecino de la Villa Urquiza, en Santa Lucía, donde vive en la casa que fue de sus padres. 

"El Topo" ahora trabaja de 14:30 a 18. En la última semana modificaron el horario. Antes era en la mañana, pero lo cambiaron por el frío. Muchas veces llega cerca de las 11 para comenzar con la descarga de la verdura en el puesto en el que trabaja, el de Roberto Roldán. Con su metro setenta y pelitos, carga las bolsas de papa de 18 kilos en su espalda o en sus manos hasta dejarlas al final del salón o en los carros. En ese puesto vende las negras a $350 y las blancas a $400.

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También se encarga de poner la mercadería en las camionetas de los clientes. A veces las acercan hasta la puerta. Otras sube todo a un carro de metal y camina las 3 cuadras que separan el puesto del estacionamiento. La mayor parte de las veces le dejan una propina.

Además venden zanahoria, zapallo, cebolla, lechuga y salsa de tomate, pero “la papa es lo que más sale”. En un día de buena venta pueden llegar a atender a entre 20 y 30 clientes que se pueden llevar entre 300 y 400 bolsas de esta verdura. Esto generalmente pasa los lunes, que son los de mayor concurrencia porque el domingo no atienden.

Oscar suele dejar el celular en la campera para no perderlo en sus caminatas y para que los mensajes no lo interrumpan mientras trabaja. Cuando no hay clientes se sienta a descansar y agarra el teléfono. Asegura que “siempre” tiene entre 5 y 10 whatsapps en los que le piden alguna "curación". Cuando tiene un ratito libre empieza a rezar.

Él no cobra por eso, pero siempre le dejan algo en forma de agradecimiento. Una gaseosa o meriendas, por ejemplo. 

A las 14:40 comienzan a llegar clientes al local del que es changarín junto a otras 2 personas: Daniel Vargas y Alfredo Zalazar. Junto a Alfredo, de 58 años, empiezan a cargar bolsas de papa y de cebolla en una camioneta roja.

Alfredo Zalazar y Oscar Felipe “El Topo” Vargas trabajando en el Mercado Concentrador de Rawson. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

—Estos 2 son los más viejos del mercado —grita entre risas otro changarín, que va con un carro repleto de verduras hasta el estacionamiento.

—Tienen más fotos que Messi —dice otro en forma de broma mientras le tomaban algunas imágenes.

—Los voy a tener que dejar —cierra El Topo, cargando verdura en un carro de metal—, porque hoy hay mucho trabajo.

Oscar Felipe “El Topo” Vargas cargando la mercadería que pidió un cliente. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

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