S.O.S para el Club Defensores de Argentinos Junior
Fue en el año 2000 cuando un grupo de padres en el norte de Santa Lucía se juntaron para darle forma a una idea que tenía como único objetivo sacar a los chicos de las calles y enseñarles un deporte de equipo.
POR REDACCIÓN
En aquel entonces empezaron con 13 chicos y hoy tienen casi noventa en cada entrenamiento. “Los chicos son fantásticos y tienen unos padres de fierro” le dijo a DIARIO HUARPE, Marcelo Becerra, quien es el presidente del Club y técnico del equipo.
“En este grupo de gente hay mucho amor y muchas ganas y por eso seguimos adelante” agregó.
En estos 14 años los del Club Defensores de Argentinos Junior han sacado excelentes jugadores que hoy están en instituciones como Lanús, River entre otros clubes de Buenos Aires; pero lo más importante es que han guiado y compartido valores con un montón de chicos, algunos de los cuales ya son hombres.
Las necesidades
Como todo club barrial, la mantención no es fácil y son muchas las necesidades. Desde pelotas hasta botines, medias, camisetas, buzos y todos los implementos que se utilizan en los entrenamientos y partidos. Pero más allá de esto, que es fundamental para la existencia del club, ya que la mayoría de los niños son de familias de escasos recursos, a la hora de entrenar no tiene cancha propia y el lugar donde funciona la sede es alquilado.
“La sede es el corazón del club”, contó Becerra “en donde tenemos los trofeo, las fotos y todo lo que nos identifica; y desde luego nunca dejamos de soñar con la cancha propia”.
Si no fuera por Don Sosa, quien les presta la cancha para entrenar, los chicos no tendrían un lugar para hacerlo. “A veces hemos entrenado en la calle y hasta en la circunvalación”, contó Becerra “pero vino gendarmería y nos sacó”.
También Becerra resalta la buena predisposición y compromiso de los padres, porque sin los locros y empanadas que venden, o los bingos y tómbolas que hacen, no habría sede (mil pesos por mes les cobran el alquiler), ni tampoco los transportes para cuando tienen que ir a jugar a otro lugar.
“Algunos clubes en donde están jugando nuestros jugadores, nos regalan pelotas gastadas y camisetas usadas, y con eso la vamos pasando”, manifestó Becerra.
Para el mes de enero, el club ha sido invitado a participar de un campeonato en Los Vilos (Chile), con estadía y comidas pagas, pero la tienen difícil con lo del transporte, porque son casi 60 chicos los que tienen que trasladar.
“Ojalá que alguien nos de una mano”, expresó Becerra “para que podamos hacerles vivir semejante experiencia a estos chicos”.
Tender una mano
Como habrán leído, son muchas las necesidades de este club barrial, pero con ganas, como las que a diario ponen todos los que participan de la institución, se sale adelante. Aunque si alguien puede aportar su granito de arena será para que este club siga conteniendo a los chicos y les siga enseñando los valores de la amistad, la solidaridad y el trabajo en equipo.