El hallazgo
Los baqueanos, la clave para encontrar al niño con vida
POR REDACCIÓN
En la mañana del lunes, la Secretaría de Ambiente se sumó al operativo de búsqueda. Fue entones, que Dardo Recabarren, al frente Conservación y Areas Protegidas, convocó a los baqueanos de la zona para emprender la búsqueda.
Cerca de las 13, Recabarren y una decena de baqueanos comenzaron a seguir las huellas que había dejado el niño.
“Se fueron sumando baqueanos. Algunos a pie, otros a caballo. Pero tuvieron que dejar los animales porque tuvimos que atravesar zonas muy barrosas”, contó Recabarren.
La búsqueda no fue fácil. Según contó el hombre, las huellas eran débiles por el peso del nene por eso cada tanto se perdían.
“Tuvimos que pedirle a la gente estaba colaborando para que no borrara las huellas”, agregó.
Así, durante varias horas, los baqueanos seguían el rastro y se volvían a abrir cuando lo perdían.
Pasada las 16, uno de ellos divisó al niño debajo de un monte. “Estaba sentado, quieto. Fue tanta la alegría que uno de los baqueanos hasta se largó a llorar”, contó Recabarren.
A 150 metros estaban los motoqueros, que luego se sumaron al grupo de baqueanos. Minutos después llegó el helicóptero que lo trasladó a la ciudad.