Opinión
Calles tumbadas boca abajo
Uno de mis poemas habla de las calles tumbadas boca abajo
y cada tanto
por mi urbanidad, siento necesidad de caminarlas
aunque simulan
aunque se aturden
y se encandilan con las sombras
aunque van y vienen por el bullicio del cálculo
tumbadas boca abajo
estar ahí, caminando entre aquella multitud dispersa, me hace tender las calles por una estancia en que me siento sano
estoy a salvo cuando escribo. En una estancia
aquellas calles
simulan la mugre, la pintan de amarillo y aparentan eso que es la urbanidad
amontonan la desesperación y la vergüenza de la limosna
le pisan las manos al mendigo
confunden la vanidad. Y yo por una obsesión, y por mi urbanidad camino las calles tumbadas boca abajo
también están pobladas por la otra humanidad de tantos transeúntes
y llevo un libro, de amuleto, en mi cartera
observo los sueños que se quedaron en algunos rostros, puedo encontrar
una frase para el comienzo de uno de mis poemas
protejo mi intimidad, y voy en una clandestinidad al aire libre, que ignoran los que me cruzan, eso me gusta, lo siento como un juego con la identidad
hasta que salgo de aquella multitud
y doy vuelta la hoja de mi cuaderno para quedarme en otras calles
en calma
parecen calles. Son un trazo a mano alzada, imaginado, hacia una lejanía indiferente, no-pensable
en la Angustia
primitiva
existencial
con un silencio similar al que llevo en mi clandestinidad
necesariamente saludable
una búsqueda, recurrente
de comprender el Tiempo
siempre en una inquietud representada en nada, cada tanto
y siempre no puedo dar con el algo de esa nada
mi soledad
escribo cuatro frases en la hoja en blanco
me olvido de las calles en calma y de las otras tumbadas boca abajo
camino por ese territorio sin árboles, sin pájaros, sin agua, sin mujeres, sin niños. No tiene sombras
y no hay una ausencia que me sea extraña
camino con lentitud, aprieto mi Suelo
necesito que quede en el silencio que se expande. Ese silencio sale de mí, de la Palabra
pienso, entonces: estoy a salvo. A pesar del miedo que me sacó de las calles
pienso, con precaución
para que no se espante el silencio, donde está la Duda
donde está el Misterio
a ese silencio que vuelvo cada tanto
no voy a algún lado o voy por todos los que me son familiares, simultáneamente
estoy parado frente a la Incertidumbre
y le apoyo mis manos abiertas hacia adelante
miro detenidamente el dorso de ambas. Ejercicio de un siglo o de un instante
en su geometría llevo el carácter y las formas de mi humanidad
agrego una palabra, necesito salir por el Poema, aun inconcluso, para cruzar las calles
casi como antes
antes y después de aquellas calles
cuando termine de escribir el Poema, no habrá calles tumbadas boca abajo
mientras tanto, siento necesidad de caminarlas
y vuelvo
ahí está la otra manifestación de la Vida
manifestación exagerada
siempre son otras calles
yo soy otro siendo el mismo, en una clandestinidad similar
camino
cruzo las calles.