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Judiciales > Violencia de género

Ley Olimpia: casos de porno fake con IA en San Juan reviven el debate

En Nación discuten dos proyectos para condenar delitos digitales. Mientras tanto, en San Juan los fiscales recurren a la creatividad para conseguir condenas para los casos que siguen creciendo.

20 de julio de 2023

Todo lo que sucede en el mundo físico tiene un correlato virtual y viceversa. Eso es lo que sostienen las leyes Olimpia y Belén, que quieren que se penen los hechos de violencia de género que se dan en redes sociales e internet, al igual que hoy se condenan los que suceden cara a cara.

Pero en la actualidad, el sistema legal no está preparado para la realidad digital, que cambia a un ritmo que la normativa clásica no está cerca de alcanzar. Mientras en San Juan, unas 15 mujeres denunciaron que divulgaron imágenes pornográficas creadas con inteligencia artificial (IA) con sus caras, el Código Penal no tiene marco legal específico para juzgarlo y sí cuenta con un artículo completo que habla de los duelos de honor.

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Para compensar el vacío legal y que los casos de violencia digital puedan terminar en condenas, fiscales y abogados deben recurrir a la creatividad para encontrar un encuadre y argumentar en los procesos legales. En paralelo, las denuncias de amenazas, acoso y divulgación de datos personales por medios digitales en contextos de violencia de género se incrementaron en los últimos años.

“Si se condena socialmente al que comparte fotos, videos o información íntima, se corta la cadena, pero sí en cambio se los deja pasar o se vuelve a compartir, son formas de seguir violentando a las víctimas”, dijo Celeste González, impulsora y vocera del proyecto de ley que se trata en el Senado.

Claudia Ruiz, fiscal coordinadora de la UFI Cavig, especializada en violencia de género e intrafamiliar, explicó a DIARIO HUARPE que en el día a día ven un aumento sostenido de estos casos. “Cuando llegan a denunciar este tipo de violencia digital se analiza la conducta para ver si se puede encuadrar en una norma ya existente del código penal, como la coacción o alguna forma de contravención”, explicó.

Un caso clave es el que le sucedió a una sanjuanina, que acusó al tatuador Patricio Pioli por divulgar imágenes privadas. Tras un proceso de años, el hombre fue condenado a cinco años por coacción y lesiones leves. Pero antes de poder lograrlo hubo un extenso proceso para que se tuvieran en cuenta estos delitos.

Pero, a pesar de estos logros, el proceso sigue siendo difícil. “El código penal está muy atrasado, es urgente por ejemplo la creación de una unidad fiscal de delitos informáticos con las herramientas necesarias” dijo la profesional. Explicó que “hoy lo que hacemos es analizar estos hechos con perspectiva de género y entendiendo que lo que sucede en el mundo digital tiene un impacto en la vida física de las personas”.

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De esta premisa, que lo que sucede en internet tiene un correlato grave en el día a día fuera de las redes, es la base de las dos leyes que están impulsando a nivel nacional. Pero el trabajo lleva más de tres años, contó una de sus impulsoras, la sanjuanina Celeste González.

Olimpia y Belén, dos casos desgarradores que le dan nombre a las leyes

Olimpia Coral Melo es una mujer mexicana que en 2010 sufrió la divulgación de imágenes íntimas por parte de su ex pareja, que lo hizo para vengarse. Luego de esto impulsó una ley que lleva hoy su nombre y fue la primera en regular la violencia de género digital. El texto presentado en Argentina es similar y pretende sumar los hechos en internet a las formas de violencia contra las mujeres, ya que más del 98% de los casos denunciados es contra ellas.

Belén San Román era una policía bonaerense, madre de dos hijos, que sufrió este mismo ataque por parte de su ex. Tenía 25 años en ese momento y se quitó la vida en 2020 luego de lo que sucedió. Es su padre quien empezó a impulsar que se incluya en el Código Penal los delitos digitales.

Estas dos normas cuentan con media sanción, pero la lucha porque sean tratadas en el congreso viene hace tiempo y Celeste González fue una de las que se puso al frente de la lucha. La actriz y divulgadora de educación sexual sanjuanina, ex conejita de Playboy, decidió empezar a militar los proyectos porque “es más fácil para las miles de mujeres que sufrieron porque alguien divulgó contenido de su privacidad”.

En diálogo con DIARIO HUARPE, González contó que ella se involucró porque quería denunciar suplantación de identidad. Alguien se hacía pasar por ella con imágenes en internet. Pero se encontró con una pared judicial porque no había normativas que regularan internet.

Esto la puso en contacto con “miles de chicas y mujeres que sufren esto, que ven sus vidas afectadas por los prejuicios, la vergüenza y hasta pierden sus trabajos o sus vidas por algo que hacemos todos, que es tener sexo”.

A partir de este contacto con víctimas y también de dialogar con Marcelo San Román, se unió a abogadas, agrupaciones y referentes que piden una sanción rápida y aplicación de las leyes. “Lo que sucedió ahora en San Juan de imágenes creadas con inteligencia artificial se llama en la jerga Deep Fake Porn y es más común de lo que se cree”, aseguró.

Es que las tecnologías abiertas y gratuitas facilitaron el acceso a programas sofisticados. “Hoy cualquier persona sin conocimientos de informática puede hacer fotos o videos que es muy difícil darse cuenta de que son falsos”, explicó.

Por eso, para Celeste es fundamental que la ley argentina comience a ver lo que sucede en internet como delitos de la vida real. Pero también, un cambio cultural profundo. “Siempre se pone la mirada en la víctima, que por qué se filmó, por qué se sacó fotos o sexteó. De esta manera lo que hacemos es no culpar al verdadero responsable, el que difundió sin consentimiento imágenes”, opinó.

“Si se condenara socialmente al que comparte fotos, videos o información íntima, se corta la cadena, pero si en cambio se los deja pasar o se vuelve a compartir, son formas de seguir violentándolas”, cerró.

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