El Cronista > Mercados
Efecto devaluación: creció el consumo de tecnología en la Argentina, pero se gasta menos
Los clientes de América Latina optan por modelos de celulares, televisores y PCs más viejos a cambio de un mejor precio.
POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE
Frente a la inestabilidad del contexto económico, con una inflación interanual de 3 dígitos y una considerable depreciación del peso, los argentinos se vuelcan al consumo de productos duraderos como refugio de valor para su dinero. La lógica detrás se basa en que la acumulación de pesos en una cuenta bancaria equivale a pérdida de dinero, mientras que el ahorro significa anticiparse a la suba de precios con la adquisición de un producto de valor.
Una de las categorías que cobra protagonismo en medio de este escenario es la de Electro y Tecno, que abarca bienes con un elevado componente importado; algo que en un futuro próximo puede representar una disparada en el valor del equipo si se profundizan los aranceles, las restricciones de la aduana o, incluso, si salta el tipo de cambio.
De acuerdo a los datos de la empresa de análisis de mercado GfK, el rendimiento de los productos de tecnología y bienes de consumo duraderos (Tech and Durables o T&D) en la Argentina registró un crecimiento en todos los sectores en comparación tanto con 2022 como con 2019; "con una demanda impulsada por la devaluación de la moneda", según detalló la firma.
El mercado chileno, por su parte, creció con respecto a 2019. En tanto, en Brasil las ventas se mantuvieron estables en el primer semestre del 2023, en comparación con el año pasado.
Tecnología: por qué se gasta menos en Latinoamérica
En vistas generales, sin embargo, GfK destacó que los consumidores de América Latina han gastado poco en Tech and Durables. Esto no significa que hubo una pausa en el consumo, sino que las personas optaron por productos más viejos y, por ende, más baratos.
Al respecto, la compañía especializada en el análisis del mercado señaló: "En América Latina, las compras de televisores, por ejemplo, en el primer trimestre fueron de modelos lanzados hace dos o más años en un 44%, en comparación con solo el 21% en el primer trimestre de 2019. Muchos consumidores no han visto una razón persuasiva para comprar los últimos productos recién lanzados en ciertas categorías y esto también apunta a inventarios elevados en las tiendas minoristas".
TE PUEDE INTERESAR
Este fenómeno ocurre a pesar de que la cuota de productos recién lanzados en categorías como televisores, teléfonos inteligentes, tabletas y PCs portátiles, es similar a los niveles anteriores a la crisis. De acuerdo a GfK, en la mayoría de los sectores faltó "la próxima gran novedad". En otras palabras, faltó aquella cualidad lo suficientemente disruptiva como para convencer a los consumidores de que vale la pena pagar el último modelo de un producto.
Esto no quiere decir que los argentinos hayan dejado de comprar dispositivos. De hecho, un reporte de Google demostró que Tecnología se posicionó como la categoría más destacada en cuanto a la intención de compra (45%) durante el Cyber Monday 2023, el evento de comercio electrónico más importante del país que tuvo lugar del 6 al 8 de noviembre y desplegó ofertas en más de 900 marcas participantes.
Nuevamente, es claro que el deseo de consumo está latente, pero se prioriza el precio de los bienes antes que las novedades en las prestaciones de los últimos celulares, televisores o computadoras, por ejemplo.
TE PUEDE INTERESAR
Motivar a los consumidores: qué pueden hacer las empresas
A modo de apalancar las ventas, GfK lanzó algunas recomendaciones para los fabricantes y minoristas. Entre ellas: prestar atención a los costos operativos de un producto a lo largo de toda su vida útil -algo que tienen muy en cuenta los compradores de hoy en día-, crear productos que satisfagan necesidades concretas y estén especialmente diseñados para un perfil de consumidor en particular y favorecer las prácticas sustentables.
De esta manera, la compañía pretende extender algunos consejos para que las marcas puedan elaborar dispositivos cuya compra esté justificada en medio de un contexto político-económico incierto, con creciente expectativa de inflación, devaluación y suba del tipo de cambio.