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El asesino de Cristina Olivares salió del penal para ver a sus padres, estuvo autorizado
Por David Silva
Ariel Palma es sanjuanino y está condenado por matar su pareja, Cristina Olivares. Sin embargo, este jueves salió de la cárcel y fue a visitar a sus padres, que viven en el departamento Rawson. El implicado fue condenado en calidad de partícipe a cadena perpetua y salió del Servicio Penitenciario de Chimbas para ir de visita a esa vivienda. Desde el penal dijeron que el motivo estaba “debidamente acreditado”.
El director del Servicio Penitenciario Provincial, Adriel Fernández, dijo que todos los presos tienen este beneficio, sin importar la pena que tengan. "Todos los internos tienen posibilidad a una visita siempre y cuando el motivo sea debidamente acreditado por situaciones extraordinarias y familiares directos, como puede ser un fallecimiento o que un familiar tenga problemas de salud", dijo a DIARIO HUARPE. La autorización se otorga desde la Justicia según lo que dicta la ley.
Según dijo el funcionario, el motivo de la visita de Palma a la casa de sus padres es que ellos, por una patología en particular, no pueden ir a visitar a su hijo al penal. Es por este motivo que el interno pidió realizar una visita, la única que tiene como derecho, para visitarlos en su propia casa ante dicha imposibilidad.
"En este tipo de situaciones un médico acredita que la situación por la cual se realiza el pedido sea verídica y luego se realiza el traslado por dos horas hasta el domicilio”, agregó el director.
Fernández detalló que pusieron a disposición una custodia policial y con efectivos del penal de Chimbas, quienes están obligados a contener la situación para evitar cualquier tipo de fuga o desacato que tenga el interno hacia la autoridad.
La visita tuvo lugar desde las 10:30 horas aproximadamente y su traslado nuevamente al penal estaba pautado hacia las 12:30 aproximadamente.
El brutal asesinato
La noche del 7 de julio de 2012, Cristina Olivares fue citada por Ariel Palma a la casa de sus padres, donde realizó la visita, para que la mujer lo llevara hasta su casa para cuidar de sus dos hijos. Sin embargo, en calle 7 y Lemos fue emboscada por Rosa Videla y su cuñada, Rosa Corvalán, que tras reducirla a golpes le ataron las manos y la asestaron 163 puñaladas. Luego, abandonaron su cuerpo a la vera de un cañaveral.
Palma era amante de Videla y la Justicia pudo comprobar la participación de los tres en el hecho. El pasado 5 de diciembre de 2014, los tres fueron condenados a perpetua por homicidio triplemente agravado por alevosía.