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La pandemia complicó su trabajo, pero aun así organizó una campaña para ayudar familias vulnerables
Hace cuatro años que Carlos realiza esta tarea solidaria junto a su amiga Florencia.
Por Eliana Ruiz
“Hola hermano, en nombre de mis vecinos te digo gracias, muchas gracias y que Dios me lo bendiga por siempre. Abrazo querido amigo”, decía el mensaje que le enviaron a Carlos hace unos días.
El WhatsApp le llegó debido a que Carlos Moyano, de 25 años, cada año organiza campañas solidarias para ayudar a cerca de 30 familias que viven en San Carlos. Las realiza junto a su amiga, Florencia Cáceres, y este año los vecinos pensaron que las iban a suspender por la pandemia.
Para Carlos no fue un año fácil. Por el coronavirus no pudo trabajar con su servicio de catering, así que tuvo que buscar otras alternativas. A pesar de ello nunca se olvidó de sus amigos que desde el 2016 agasaja para el Día del Niño.
Este año la gente de San Carlos se extrañó ante la falta del evento en el mes de agosto, pero hace unos días el sanjuanino solidario y su amiga les avisaron que lo iban a realizar.
“Empecé hace cuatro años porque era amigo de alguien que tiene campos en la zona, así que me amigué mucho con la gente con la que íbamos a comer y a compartir. Vi las necesidades que tenían, así que eso me motivó a ayudarlos”, cuenta a DIARIO HUARPE.
En esa primera ocasión hubo cerca de 20 personas que se sumaron a la iniciativa y donaron juguetes, ropa y alimentos no perecederos. El año pasado fueron poco más de 50 las que lo hicieron y para esta edición esperan que sean muchas más para que las donaciones les duren varios meses.
Carlos y Florencia hacen esta actividad solidaria “a pulmón”, como la definen. No pertenecen a ninguna ONG ni asociación civil, razón por la que a veces les cuesta encontrar personas que sumen a la iniciativa y donen. A pesar de ello no pierden las esperanzas y están seguros de que este año van a lograr que sean más los interesados en colaborar con estas familias de bajos recursos.
A la campaña la denominaron “Una sonrisa por los chicos” porque eso es lo que quieren lograr, que los niños y sus familias se diviertan, tomen chocolate y vuelvan a casa con juguetes y alimentos que les permitan una mejor alimentación.
Hay tiempo de colaborar hasta el 15 de noviembre debido a que después se dedicarán a organizar y ordenar lo que hayan recolectado. Luego, el 20 de noviembre, harán el evento tan esperado en la capilla de San Isidro Labrador.
A pesar de que cada año hacen juegos y diversas actividades recreativas, aún no definen si las harán en este 2020 ya que es difícil que los niños cumplan la distancia social cuando juegan. No obstante, están pensando en alternativas para que los chicos de la zona se diviertan.
Quienes quieran ayudar pueden hacerlo con ropa, alimentos no perecederos y elementos de limpieza. También necesitan donaciones de leche, azúcar, cacao y chocolate.
“Para nosotros es un compromiso que tenemos asumido porque nos sentimos bien y nos gusta ayudar. Mis amigos suelen decirme ´siempre querés estar ayudando a alguien y colaborando´ y eso me hace sentir bien porque yo lo hago sin ningún beneficio económico, sólo con el objetivo de ayudar”, cierra Carlos.
Para colaborar: 2645175840 – 2645597079.