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Lo que nos dejó el apagón, con Formosa incluida

Madrugada del domingo, como anticipo del día del Padre y de elecciones en algunas provincias, una (o varias) fallas en el sistema interconectado nacional de electricidad, nos dejó sin luz por un par de horas largas. Detrás de ese hecho objetivo, lo que ocurrió fue increíble.

Madrugada del domingo, como anticipo del día del Padre y de elecciones en algunas provincias, una (o varias) fallas en el sistema interconectado nacional de electricidad, nos dejó sin luz por un par de horas largas. Detrás de ese hecho objetivo, lo que ocurrió fue increíble.

Lo primero que deja, es que la soberbia debe dejarse de lado siempre.

Lo que nunca sucedió, alguna vez puede suceder, y si sucedió puede volver a suceder. Queridos amigos, rearmen el discurso. ¿Cuesta tanto admitir un error, una falta de capacidad, un desconocimiento, o lo fortuito de un hecho? En la Argentina, es así.

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Lo cierto es que desde las 7:06 hs., se registró un colapso del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). La demanda de potencia eléctrica paso en instantes de 13.000 Mw a 1.200 Mw, es decir una caída del 91%.

Haber trabajado en una empresa Electrointensiva me permitió tener algunos contactos técnicos importantes y ellos me explicaron que en el SADI, todos los generadores funcionan interconectados sistémicamente y van ajustando su entrada y salida al nivel de demanda; por lo que se presume, es que debió haber ocurrido algún emergente no previsible, con más una cadena de maniobras y actuaciones automáticas que llevaron a lo que se llama blackout; porque inclusive las protecciones para que este tipo de incidentes no derramen en todo el sistema también fallaron.

Luego de esto, y ante la “fragilidad del sistema”, producto de décadas de desinversión, se puso en marcha el proceso lento, complejo y que requiere alta coordinación entre el despacho de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), los despachos regionales y los agentes generadores. Por ejemplo, la Central de Embalse que pasó a la llamada “parada fría” recién entró en operación el lunes por la tarde.

A posteriori, llegaron los memes, las especulaciones y las irresponsabilidades.

Me detengo en una especulación “bárbara” (de barbarie), que encabezó Alberto Fernandez. “que nos devuelvan la luz” se animó a decir. La verdad, no merece mayor comentario. Que cada uno obtenga su opinión, pero en base a hechos reales y objetivos; tal como que el gobierno de CFK fue quien más destruyó la matriz energética del país.

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Por otro lado, la soberbia amarilla, que ya nada sorprende, a la hora de comunicar. Esto, sumado a la inutilidad manifiesta en el manejo de los costos energéticos y su traslado al seno de la sociedad, sin discriminación alguna; o sea sin hacer funcionar como lo haría cualquier sociedad madura, el acto concreto llamado “solidaridad”.

Siguen poniendo el carro delante del caballo. El problema no son los costos de la electricidad, sino que hay muchísima gente que no puede pagarlo, si desean encontrar solución, pues debieran mirar bien la raíz del problema.

Los actos irresponsables, fueron las FakeNews (noticias falsas malintencionadas), que provocaron desmentidas de entes oficiales.

Aquí la gran reflexión para todos. Las redes sociales merecen mucho cuidado y en estos hechos debe operar la “legitimación” de un medio periodístico serio y responsable.

Pero lo peor pasó en un acto eleccionario, en la ¿provincia? De Formosa, en donde Gildo Insfrán ganó con más del 70% de los votos, accediendo al séptimo mandato de gobierno. Esto no se llama “democracia”; pónganle el nombre que quieran, pero democracia no por favor.

Ustedes me dirán, que está legitimado por el voto del pueblo, yo me limito a dos cuestiones:

  1. Debe existir la responsabilidad de los líderes de promover la rotación e intercambio dirigencial. Aquí brilla por su ausencia.
  2. En la elección de los Formoseños, ha pesado otra cuestión que no es una supuesta “excelente gestión” por más de 25 años de Insfrán; y para ello leo algunos datos objetivos del Indec.
    1. Pobreza: 32,5% de la población; o sea medio punto más que la media nacional.
    2. Tiene una tasa de actividad del 36%, considerablemente más bajo que la media nacional.
    3. Tiene una sobreocupación horaria del orden 42%, que son aquellos que tienen que trabajar mucho más que las 200 horas mensuales para alcanzar un nivel básico de vida.

El apagón, también tuvo un efecto en las elecciones y es que no pudo iluminar a los Formoseños para que votaran por la “democracia”.

Esta es nuestra cultura democrática a la hora de votar.

 

 

 

 

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