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Mirta, la cordobesa que quiere morir en las Lagunas de Guanacache
POR REDACCIÓN
Mirta Pedernera es una referente de las mujeres laguneras de Guanacache. Nació en Córdoba y cuando tenía 8 años su familia decide mudarse a La Rioja. Allí, su papá muere y sus hermanos mayores se vienen a San Juan para trabajar en la cosecha. Entre esas idas y vueltas, un día, sus hermanos le proponen (a ella y a su mamá) venirse a San Juan y así lo hicieron.
Cuenta Mirta que cuando vio San Juan, inmediatamente, le gustó. Pero jamás se imaginó lo que luego la vida le iba deparar.
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Sus amores
Mirta llegó a las Lagunas de Guanacache con 19 años de la mano de Francisco Díaz. Un lagunero del cual se enamoró en una cosecha de aceitunas.
“Lo conocí, me gustó, nos pusimos de novio y un día nos vinimos para acá” contó Mirta.
“Tuve 8 hijos: siete mujeres y un varón. Y a cuatros los tuve en esta casa”.
Mirta aprecia a las Lagunas de Guanacache desde las entrañas. Porque fueron las Lagunas las que le permitieron criar a sus hijos y encima con salud.
“Yo amo este lugar y por eso he decidido morir aquí”.
Los tiempos que deben volver
Según don Francisco Díaz (el compañero de Mirta), antes, cuando el campo estaba verde y había agua, llegaron a tener 1000 animales (cabras y ovejas). Un número que nuca más volvieron a juntar, ya que después todo empezó a secarse.
Hoy, el puesto El Salto se mantiene solo con 150 cabras.
Comen lo que hay y con poco se dan vuelta en el día.
Agua, pero servidas
Si bien este puesto está más cerca del río San Juan, la poca agua que llega es intomable y ni siquiera se puede usar para regar la siembra, porque es agua servida de los afluentes del Bajo Segura, la Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales de San Juan.
“Necesitamos el agua pura para vivir”, dijo Mirta.
“Necesitamos los caminos que hace más de 10 años nos prometieron".
"Necesitamos que nos escuchen y que no nos olviden".
"Porque aquí estamos y estaremos...en esta tierra que nos dio la vida, en esta tierra que amamos y donde queremos morir”.