Nunca tuvieron heladera, porque nunca tuvieron energía eléctrica. Almacenan agua en tachos de todos los tamaños y sobreviven con menos de 4.000 litros de agua al mes, por familia.
La investigación realizada por la científica argentina en Inglaterra, Alejandra Perotti, y la UNSJ, entre otras universidades, se realizó en liendres de piojos.