Judiciales > Violencia de género
Sentenciaron a un borracho que golpeó brutalmente a su esposa y después se puso a tomar mate
Un juez de Flagrancia tomó la determinación después de que se comprobara que hubo lesiones leves.
POR REDACCIÓN
NOTA DEL EDITOR
Importante
Se resguardan algunos datos filiatorios y se oculta el rostro del agresor para evitar una revictimización de la persona agredida. Si sufrís violencia de género, denunciá al 911 o pedí asesoramiento al 144.
Un hombre golpeó a su esposa después de tomar vino, inclusive la amenazó que iba a llamar a sus hermanos para que abusaran de ella si no se levantaba a comprarle más alcohol. El episodio de violencia de género se produjo en 9 de Julio hace una semana. Un juez lo sentenció con una pena de prisión en suspenso.
J.M.V.C. (se reserva el nombre para proteger a la víctima) acordó con la defensa mediante juicio abreviado, y así fue homologado por un magistrado, la pena de seis meses de prisión de cumplimiento condicional por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y amenazas. Por ser una pena en suspenso, el imputado quedó libre. Por otra parte, la Justicia impuso medidas de protección para la víctima.
El suceso de violencia de género se produjo el sábado pasado por la mañana en un domicilio de Ruta 183, a la altura de la localidad La Majadita, en 9 de Julio. El hombre estuvo tomando con un amigo toda la noche de viernes y la madrugada del sábado. Pero cerca de las 5 del segundo día se le acabó el vino, por lo que levantó a su mujer que dormía con sus hijos para que le comprara más. Como la mujer no despertaba le dijo que si no se levantaba “llamaría a sus hermanos para que se la coj...”, según consta en la causa.
La esposa del hombre compró el alcohol por miedo y después se volvió a dormir. Cuando se levantó nuevamente a las 10 del día sábado, el hombre seguía tomando.
J.M.V.C. primero la insultó y después la golpeó. “Te voy a reventar una botella en la cabeza”, le dijo. Después se acercó por la espalda y le propinó un fuerte golpe con su mano, que impactó en el ojo, pómulo derecho y nariz de la víctima.
Por la brutal golpiza, la mujer comenzó a sangrar y se le manchó la remera. El hecho cesó cuando la hermana de la víctima le pidió a su hijo pequeño que diera aviso a la Policía que se encontraba patrullando a 70 metros de la vivienda.
Los policías entraron a la casa y vieron al hombre tomando mates, después en una habitación el escenario era más aterrador. La mujer estaba sentada en la cama mientras no paraba de sangrar por la nariz.
Los efectivos detuvieron a su esposo y la llevaron hasta el Centro Cavig, que trata estos hechos, para que hiciera la denuncia. Posteriormente fue atendida por médicos y contenida por psicólogos.