Publicidad

Provinciales > Historias sanjuaninas

Servicio de Urgencia del Hospital Rawson: se jubiló su jefe, Pablo Flores

Este lunes Pablo hizo su último turno. 40 años como médico cerraron una etapa cuando marcó hoy su salida a las 9 AM.

10 de octubre de 2022

Pablo Flores fue el jefe de urgencias del Hospital Rawson, hoy a las 9 am marcó su último turno. Después conversó con DIARIO HUARPE. Esta es la historia de un hombre que hizo de la medicina un apostolado. La historia de un hombre que fue migrante en su país, volvió como médico a San Juan,  tuvo una vida política y tuvo espacio para ser esposo y padre.

El relato comienza en  Concepción. El niño Pablo recuerda la vista al Dr. Salvador Locascio, el médico familiar. “Cuando venía a casa era toda una ceremonia, nos bañaban y arreglaban. Limpiaban y ordenaban la casa. Tenía un aura como divina. Creo que por eso quise dedicarme a la medicina”, cuenta.

Publicidad

Salió del secundario y fue a Córdoba. Allí estudió medicina. El hijo de un comerciante y una kioskera durmió en una cocina de una pensión. “Llegué con papelito con un mapita. Igual allá pedía indicaciones. Me pasó lo mismo cuando volvía a la pensión.

El médico junto a parte de su familia.

Su ingreso fue en 1975, tuvo que rendir en un contexto que después sería el Proceso, la última dictadura militar. Mientras en Argentina se

Pablo fue un migrante en su país, Córdoba le parecía abismal. Encontraba consuelo en encontrar a otro sanjuanino.

El no estaba solo, fue acompañado por quien era su novia (que terminó como su esposa) Patricia Yossa. Patricia fue a estudiar el profesorado de educación física pero al segundo año quedó embarazada del primer hijo del matrimonio. Pablo se casó. Con una esposa y un bebé, Pablo se recibió en 1982. Un año después regresaría la democracia al país. El contexto social era convulso, sin embargo Pablo eligió volver a su provincia.

Publicidad

40 años de historia sanjuanina

Apadrinado por el doctor Atilio Cabrera inició su carrera en el viejo hospital Rawson. Pasó por La Rotonda de Rawson y terminó en urgencias del Rawson.

Con 42 años fue nombrado jefe de guardia. Cuenta que era más joven que “los veteranos de la medicina”, pero no fue impedimento para trabajar con ellos. “Siempre fui muy verticalista, siento que la formación militar tiene mucho que ver con eso, pero fue la forma en pudimos armar lindos equipos de trabajo”.

¿Cómo se viven 40 años en un servicio de urgencia? “Varias veces me dijeron que me tenía que ir de ahí. Porque o se sale loco o se sale muerto. Por lo visto, sigo vivo. Ahora, por no se que tan cuerdo”, dice entre risas.

El servicio de urgencias recibe casos comprometidos, algún corte o un malestar. Diferente a emergencias en los que son los casos de vida o muerte.

Como médico estar 40 años ahí, especialmente los sábados, es enfrentarse a afectados por accidentes de tránsito o grescas.

Las mil vidas de Flores

No sólo pasó fue médico, también se dedicó y dedica, al sindicalismo. Fue vicesecretario de Salud, fundó el Sindicato Médico y es el secretario del Colegio Médico.  Fue vicepresidente de Concepción Patín Club y jefe de zona sanitaria.

Viajó por centros de salud de toda la provincia. Llegó con operativos a lugares recónditos a lomo de mula como la Sierras de Chavez y de Elizondo.

Fue quien en 2011, junto a otros siete, debió montar un operativo cuando se derrumbó el escenario de la Fiesta Nacional del Sol.

En coronavirus, Pablo acompañó en el armado de la estructura para contener la pandemia.

En una profesión que demanda tiempo. Silenciosa e ingrata. Cómo además de médico y político, de pasar horas de madrugadas sanando a otros se puede ser esposo y padre de dos: Pablo y Carlina Flores.

“Si no hubiera tenido a la mujer que tengo al lado, nada podría haber hecho. Ella siempre me acompañó. Sin ella no podría haber tenido una familia”. Su voz se entre corta. El mismo hombre que habla de rectitud militar y de montar un operativo de emergencias.

Lo último que cuenta es que siempre le hubiera gustado que sus padres vieran todo lo que hizo. La voz sigue rota, loas ojos brillantes.

“Mi papá siempre chapeaba con su hijo el doctor, y me molestaba”.

-¿Cuándo sentiste orgullo. Cuando fuiste padre?

“No, si mi papá fue mejor padre que yo”.

Pablo marcó por última vez este fin de semana. Sin embargo, como toda persona que dedica su vida a un trabajo, no se ve parando. Quiere seguir.

“Casi que te digo de juntarnos en el Colegio Médico, me había olvidado que era feriado”, cierra.

 

 

Publicidad
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS