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Provinciales > Historia sanjuanina

Día de la Madre en San Juan: por amor, decidió ser la madre de corazón de un niño

En su mente, Ana Quiroga, siempre se repitió que no sería madre, sin embargo, una circunstancia familiar cambió su vida. 

16 de octubre de 2022

“Los planes de una persona van por un camino, pero a veces Dios tiene otros planes para ella”, así lo entendió Ana Quiroga. La mujer, que siempre imaginó una vida sin hijos, ahora es madre de un niño de siete años al que cuida con todo su amor, según contó la protagonista a DIARIO HUARPE. Esta es la historia de la periodista que, por amor, decidió convertirse en la madre de corazón de su sobrino.

En el año 2016, Emanuel, el hijo de Ana, nació prematuro con seis meses de gestación y problemas para respirar, por lo que quedó en una incubadora en terapia intensiva. Por cuestiones de índole personal, la hermana mayor de la joven y madre biológica no pudo hacerse cargo del recién nacido por lo que la incertidumbre impactó en la familia Quiroga: qué iba a pasar con el bebé cuando crezca.

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Esto impulsó a Ana a barajar mucho una posibilidad: la de convertirse en madre del pequeño. “Lo pensé mucho”, recordó, pero finalmente la joven mujer tomó coraje. 

Mientras el chiquito Emanuel permanecía en terapia intensiva, Ana buscaba la forma de poder entrar a la sala. Es que solamente lo podían hacer los padres y los abuelos, pero no los tíos. Finalmente, el hospital comprendió la situación y dejó entrar a la mujer.

Ana contó que se quedó esa noche a cuidar al bebé y por primera vez lo tuvo en brazos. La pediatra de guardia le explicó que el pequeño necesitaba el calor de su madre, pero ella le presentó un problema: ella no lo era, al menos todavía. Sin embargo, la médica le explicó que no era una dificultad: lo que el niño necesitaba era el calor de su familia.

Emanuel junto con su abuela Gladys y su mamá Ana.

Ana agarró al pequeño con cuidado, lo puso sobre su pecho y sintió algo mágico. “Yo no creo en la magia, pero esa noche sentí que mi corazón y su corazoncito se unían y se hacían uno”, dijo Ana, emocionada. “Sentí por primera vez lo que debe sentir una madre que da a luz y me decidí definitivamente a cuidar a Emanuel toda su vida”, explicó.  

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El bebé estuvo casi un año internado en el hospital Guillermo Rawson por problemas de respiración. Los médicos le hicieron una traqueotomía para que pudiera respirar por su cuenta y lo mandaron a su hogar, pero todavía con internación domiciliaria.

Ya en casa, la vida de Emanuel continuaba sin problemas, pero, por esas cosas de la vida, un accidente sucedió y volvió la elección de Ana más desafiante.

Jugando, Emanuel se sacó con su manito la sonda y eso lo dejó sin poder respirar bien por 30 minutos. La enfermera, que estaba en su casa, no supo qué hacer, por su poca experiencia de trabajo. El bebé retornó al hospital casi sin signos vitales, pero sobrevivió, aunque sufrió un daño irreparable: parálisis cerebral, que lo dejó sin poder hablar ni moverse. 

Esta nueva circunstancia significó aprender todo de nuevo, ser madre de nuevo y aprender las nuevas formas en las que iba a tener que cuidar a su hijo, según explicó la periodista y comunity manager.

Emanuel depende ahora de su madre, de su abuela y de la enfermera o profesional de turno en la internación domiciliaria. También recibe la visita de su madre biológica.

Pero Ana no quiere que su hijo sea dependiente de su familia y de ella. Si bien sabe que es difícil, mañana y tarde, desde hace seis años, estimula a su hijo moviendo su manito, enseñándole a caminar, el tacto con la comida o las cosas.

Este año, Emanuel empezó la escuela. Una maestra de nivel inicial va a su casa y le enseña las primeras cosas que se ven en jardín. Un nuevo desafío, uno nuevo para Emanuel y Ana, cuya fortaleza crece cada vez que llega de su trabajo y su hijo le regala una sonrisa. 

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