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Gracias a la biotecnología, la agrotécnica de Valle Fértil mejora sus tambos
Gracias a la inseminación artificial, la escuela apunta a tener un tambo de alta calidad. Una generación de productores de élite se forma en silencio del verde valle.
La Escuela Agrotécnica de Valle Fértil tiene cuatro terneros frutos de la práctica de inseminación artificial que se realizan en la escuela con el objetivo de mantener al tambo de la escuela con animales de mejor calidad. Los nuevos integrantes son el resultado de la cruza la raza Aberdeen Angus Negro en las vacas criollas y raza Holstein.
Carlos Mercado, director y profesor de la escuela, comentó a DIARIO HUARPE la importancia que tienen estos nacimientos y cómo participan los alumnos en el proceso.
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En primer lugar quienes son protagonistas en esto son los alumnos del último año de la escuela que tienen un materia llamada “Producción de animal bobino”. Los jóvenes participan desde la planificación, selección de animales, sincronización de celos y el seguimiento para detectar los animales que quedaron preñados. Luego de estudiar la gesta y desarrollo, culmina esa primera etapa con ser parte del proceso de parto. De esta manera, desde Valle Fértil está formándose a profesionales ganaderos con conocimiento integral de la producción.
Respecto a los métodos de inseminación usados, Mercado destacó el salto en calidad genética que traen estos cuatro terneros que permitirá ampliar el plantel de vacas lecheras con las que cuenta la escuela. Gracias a esto, la escuela contará con animales de altísima calidad que de otra manera les hubiera implicado cifras millonarias.
Los animales servirán para prácticas de ordeñe y engordamiento, por lo que permitirá que los alumnos salgan con experiencia en prácticas con animales de élite.
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En silencio y alejado del Gran San Juan, una generación de jóvenes se prepara en el Valle para salir a un campo laboral que pocas veces se piensa desde la ciudad. Pero para que un sistema funcione así, además de las inversiones, se necesitan de voluntades. Mercado reconoció el trabajo de docentes y técnicos que mantienen el tambo y destacó el trabajo del ingeniero Matías Sánchez y del veterinario Germán Costa, además de dos exprofesores que aún se involucran Roberto Chávez y Gabriel Serpa.