Policiales > Crimen en Rivadavia
Caso Giménez Avendaño: buscan a una tercera mujer
Por Germán González
A casi una semana del asesinato del empresario español Gonzalo Giménez Avendaño, a quien encontraron muerto dentro del living de su casa en un complejo privado de Rivadavia, la Policía va tras los pasos de una tercera mujer que fue apuntada por un testigo de la investigación. Cabe recordar que hasta el momento hay dos detenidas por el homicidio: Celeste Navas (18) y Sheila Moya (21), oriundas de Chimbas y Concepción.
Los policías continúan con las rondas de entrevistas a vecinos, conocidos y empleados de Giménez Avendaño. Es ahí donde surgió un tercer nombre, también de mujer. La Policía la busca, pero no la encuentra. Aunque no descartan que también salten nombres de hombres, pero todo se hace difícil en la investigación pues la víctima era muy reservada con su vida íntima.
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Al día siguiente por la tarde del homicidio, por orden del Cuarto Juzgado de Instrucción, la Policía detuvo a dos jóvenes, quienes aparentemente eran amigas del empresario y a veces solían salir a comer o a bailar. Sospechan que las detenidas estuvieron con el hombre esa noche. Sin embargo, todo está sujeto a las pruebas que los investigadores recolectan por ejemplo un análisis de ADN en prendas secuestradas o con hisopados. Trascendió en las últimas horas que las sospechas sobre una de ellas se caen con el paso de tiempo, pero no precisaron si era Navas o Moya.
La hipótesis policial es que el asesino o los asesinos estuvieron compartiendo una fiesta privada con el empresario Gonzalo Giménez Avendaño y lo mataron de al menos cinco cuchillazos y un golpe en la cabeza entre las 2 y 6 del miércoles. Una de las puñaladas fue mortal. La Policía cree que el empresario hizo pasar a sus invitados el martes por la noche por el fondo donde no había cámaras de seguridad (por eso no hay registro de personas que hayan ingresado o egresado de la vivienda).
Se cree que hubo una fiesta porque había varias latas de cerveza, bebida favorita del empresario en el lugar del crimen. La Policía encontró ese día además del cuerpo, un gran desorden en la casa y 230 mil pesos en una caja. La presencia de dinero no descarta que la muerte haya sido provocada en una ocasión de robo.