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Opinión > Historia

El triunfo de Frondizi

Su llegada al poder puso fin al ciclo llamado “Revolución Libertadora”, que en 1955 protagonizó un brutal golpe de estado.

Fue un 1 de mayo de 1958-casi 61 años- y en consonancia  con el “Día Internacional del Trabajador”, asumía la presidencia de la nación el Dr. Arturo Frondizi. Su llegada al poder ponía fin al ciclo de la autodenominada “Revolución Libertadora”, la cual en 1955 protagonizó un brutal golpe de estado, removiendo  del poder al General Juan Domingo Perón. No obstante la República Argentina no recuperaba el orden constitucional en su plenitud, pues el partido justicialista  continuaba proscripto fruto del intransigente “gorilismo” de las fuerzas armadas, especialmente del General Pedro Eugenio  Aramburu y   el Almirante Isaac Rojas, hecho reflejado en la desperonización del país.  El flamante presidente, abogado con sólo 50 años de edad, era descendiente de italianos y había nacido en la provincia de Corrientes. Desde joven militó en las filas de la UCR.  En esta agrupación política comenzó a sonar su nombre, cuando un tanto disconforme con el liderazgo  de Marcelo de Alvear, comenzó a cuestionar la plataforma programática económica del partido. Su capacidad intelectual y la habilidad en pronunciar alocuciones lo llevó, en 1946 a ocupar una diputación, presentando numerosos proyectos de ley. De ahí en más su carrera política no se detuvo. Si bien adhirió al referido golpe en calidad de jefe del radicalismo, poco después vislumbró el error que significaba la proscripción del peronismo. Félix Luna expresa que “Frondizi comprendía que ninguna solución trascendente podía darse en el país sin el apoyo o al menos el asentimiento de la clase trabajadora; mayoritariamente peronista…”. Este asunto fue una las causas de la escisión de la UCR en 1957, agrupación que se dividió en dos corrientes: la Unión Cívica Radical del Pueblo, conducida por Ricardo Balbín y la Unión Cívica Radical Intransigente, liderada por Arturo Frondizi. En este contexto el gobierno de Aramburu convocó a elecciones de convencionales constituyentes, para anular  la constitución peronista de 1949. Aunque Perón desde el destierro ordenó a sus partidarios que votaran en blanco y Frondizi proclamó la impugnación de la futura convención, la constitución del 53 fue confirmada.  Pero también lo significativo del  escrutinio fue que demostró el poder intacto que mantenía el peronismo e igualmente hizo felices a los radicales intransigentes. Finalmente se convocaron a las esperadas  elecciones generales para febrero de 1958. En este punto los historiadores hablan del famoso pacto entre Perón y Frondizi, asunto que parece verosímil.  Lo cierto es que los peronistas votaron a Frondizi por instrucciones que dio el  propio el líder justicialista. Los resultados dieron un estrepitoso triunfo a la fórmula Arturo Frondizi-Alejandro Gómez. También en San Juan el electorado se inclinó por la experiencia desarrollista, asumiendo la gobernación el Dr. Américo García.

  

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