POR REDACCIÓN
13 de octubre de 2019
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ratificó hoy su intención de continuar la operación militar en Siria hasta controlar la franja de territorio que va desde desde el río Éufrates hasta la frontera iraquí, pese a las críticas internacionales, principalmente europeas y norteamericanas, que reclaman frenar la ofensiva contra las milicias kurdas. "Desde el oeste al este, 30 kilómetros adentro, esta es el área y vamos a seguir hasta que lo consigamos. Se lo dije ayer a (primer ministro británico Boris) Johnson y se lo digo hoy a (canciller alemana Angela) Merkel", desafió Erdogan durante un encuentro con periodistas locales en Estambul. "Las amenazas de sanciones no nos van a parar", aseguró Erdogan al referirse a las críticas de los mandatarios extranjeros, principalmente europeos, algunos de los cuales anunciaron la suspensión de venta de materiales bélicos a su país. El presidente turco apuntó especialmente contra Merkel, jefa de Estado de uno de los países que frenó la venta de armas, y la acusó de aliarse con las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Ankara considera una organización terrorista y que combate en el noreste de Siria. "¿Estamos juntos en la OTAN o estás con las organizaciones terroristas? Te sientas con nosotros y luego te alías con el terror", le cuestionó el mandatario. Más temprano, la canciller alemana y Erdogan se comunicaron telefónicamente para conversar sobre la situación en el norte de Siria. Según un comunicado oficial de la vice vocera del gobierno alemán Ulrike Demmer, Merkel "se expresó a favor de poner fin de inmediato a la operación militar" y agregó que "independientemente de los justificados intereses de seguridad de Turquía", la ofensiva amenaza con "conducir a la huida de una gran parte de la población local y la desestabilización de la región". Además del drama humanitario que probablemente ocurra después de la incursión turca, a los países europeos les preocupa la suerte de los combatientes del Estado Islámico capturados por las FSD, dado que ante una eventual repliegue de las milicias kurdas, los yihadistas podrían escapar y reagruparse en la zona o e Europa. Las autoridades kurdas aseguran que debieron reducir la cantidad de efectivos que disponen para vigilar a los 12.000 yihadistas y alrededor de 70.000 familiares de miembros del EI que afirman tener detenidos en cárceles y centros de detención, para poder defenderse de los turcos. Hoy las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), algunas de las milicias lideradas por kurdos, informaron que 785 extranjeros vinculados al Estado Islámico (EI) huyeron del campo de detención de Ain Issa, luego de un ataque de "mercenarios de Turquía", en aparente referencia a milicias proturcas. "Si el mundo considera seriamente al EI como una amenaza para su seguridad, de lo que no estoy seguro al 100%, tiene una gran oportunidad de probarlo. Si no, todos sufrirán las consecuencias muy pronto, pero esta vez puede que no haya nadie para hacer el trabajo por ellos" advirtió el portavoz de las FSD Mustafa Bali en Twitter. Estados Unidos por su parte, volvió a tener una posición pendular respecto de la decisión turca de invadir el norte de Siria. Por un lado, el presidente Donald Trump declaró que consideraba aplicar sanciones económicas contra Ankara, e incluso, su secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, deslizó que Turquía podría estar cometiendo crímenes de guerra. Trabajando con Lindsey Grahamy (senador republicano) muchos miembros del Congreso, incluidos los demócratas, sobre la imposición de poderosas sanciones a Turquía escribió Trump en su perfil oficial de Twitter. Sin dar detalles sobre qué implicarían esas acciones, el presidente estadounidense sí sostuvo: ¡Nos hemos convertido en un Poder Económico mucho mayor que nunca antes, y estamos usando ese poder para la paz mundial!. En contraste, Esper anunció en una entrevista con la la cadena de televisión CBS que Washington había ordenado, por orden de Trump, retirar el resto de soldados norteamericanos que permanecen en el norte de Siria. "Anoche hablé con el presidente después de conversar con el resto del equipo de seguridad nacional y me indicó que comenzáramos a retirar deliberadamente las fuerzas del norte de Siria" dijo el jefe de Pentágono. La medida, que se complementa con el retiro parcial anunciado el 7 de octubre por Estados Unidos, y sacará a unos 1.000 soldados estadounidenses que quedaban en la zona dado que Turquía tiene la intención de expandir su ataque "más al sur de lo planeado originalmente y al oeste", según Esper. La ofensiva militar de Turquía iniciada hace cinco días, apunta a crear una "zona de seguridad" en un perímetro de 480 kilómetros de largo sobre la frontera con Siria, y 30 kilómetros hacia adentro del territorio del país vecino, para ubicar allí a los más de tres millones y medios de sirios refugiados hoy en el país gobernado por Erdogan.
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