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El Cronista > ECONOMÍA Y POLÍTICA

Exministro de Salud: "El costo de legalizar el aborto es un 84% menor respecto al que representa hacerlo de forma ilegal"

El exfuncionario Adolfo Rubinstein defiende el proyecto de ley que se instrumentó durante el gobierno de Macri y valora el actual de Alberto Fernández.

POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE

A grandes rasgos, ¿la ley presentada difiere mucho con la de Cambiemos?

No hay demasiadas diferencias. Son 14 semanas, se incorpora la objeción de conciencia, que no sé si en el proyecto inicial de la campaña estaba. Sí estuvo después en las negociaciones. Te diría que es lo mismo. Después va a aparecer qué pasa con las instituciones religiosas o confesionales, que tienen un sistema de valores distintos. En esos casos, tendrán que tener una red de derivación.

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Cuando el gobierno de Macri impulsó el debate, usted hizo mucho hincapié en el aspecto económico, ¿por qué?

Se empezó a meter en el debate el tema de los gastos, y ahora también. Entonces encomendé a la dirección de Economía de la Salud a hacer una evaluación económica de aborto legal versus ilegal, en función de los gastos, recogiendo los datos epidemiológicos y sanitarios que teníamos. Los resultados fueron brutales.

¿En qué sentido?

El costo es un 84% menor respecto al de un aborto ilegal. Esto tiene que ver con que aborto ilegal implica internaciones por aborto complicado, gastos de las terapias intensivas, uso de insumos. Mientras que el legal, que es dentro de las 14 semanas, en el 90% de los casos es farmacológicos, es decir, no requiere de internación ni ningún procedimiento invasivo de cirugías. Por otro lado, la atención se corre del ámbito hospitalario a los centros de atención primaria o ambulatorios, donde los costos son menores.

¿Y el costo del misoprostol también podría abaratarse?

Hoy el Estado ya está produciendo. Esa fue mi gestión: no solo aseguré la compra en el sistema público, sino también autoricé, vía Anmat, la comercialización del misoprostol en el sector privado. Pero, claramente, seguro que bajaría. Primero, que ya hay laboratorios públicos que lo están produciendo y se va a poder expedir sin restricciones.

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En 2018, planteó que la legalización del aborto es una cuestión de "salud pública", ¿qué quiere decir?

Históricamente se lo ve solo como una cuestión de ampliación de derecho de las mujeres, que obviamente lo es. Pero nunca se abordó desde el tema de la salud pública, cuando es un serio problema de la salud pública. Por año, en promedio, en el sector público, tenés 40.000 internaciones por aborto complicado. Si tomás el sector privado, que tiene menos, porque está más concentrado en las mujeres pobres, que usan más el sector público, llegas a 60.000 o 65.000 abortos por año.

¿El debate de 2018 fue un antes y un después? ¿Cómo lo vivió usted?

Rescato mucho, y espero que no se olvide, porque a veces parece que todo es refundacional. Nadie puede negar la actitud muy valiente de Macri, más allá de que el resultado no haya sido el que algunos pensábamos y queríamos. Fue el primero que habilitó el debate sobre el aborto en la Argentina, cuando hacía 100 años estaba escondido y que, además, no sé cuántas veces había sido presentado por la campaña, y no había ni siquiera pasado un debate en comisión. Eso fue muy valiente, no se dio, hubiera querido una actitud mucho más activa por parte del Gobierno, no se dio. Pero jamás tuve la mínima presión de nadie para no ejercer mi posición de acuerdo a lo que pensaba desde la salud pública, y eso se vio.

¿Este es el momento para tratar el proyecto, habría que esperar o nunca va a ser el momento para tratarlo?

Si Fernández lo planteara ahora, y hubiese salido de la nada misma, hubiera dicho: "Este hombre quiere desviar el debate". Pero hay que reconocer que fue parte de su campaña, lo iba a presentar, pero se le vino la noche con la pandemia. Está cumpliendo con una promesa electoral, es un tema a resolver.

Por: Deborah de Urieta

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