Del reparto en moto a ser un clásico de las grandes cadenas

Todo comenzó hace más de 30 años, cuando Fernando Navas Méndez inició la venta de huevos de las gallinitas que cuidaba en una especie de galpón que hacía de gallinero y había construido con su padre en la finca “Fraterna”. Comenzó vendiendo entre las casas de su barrio en una moto y nada en ese entonces le podría haber hecho pensar que este iba a ser el inicio de una empresa familiar.

Así fue y hoy Granja Modelo San Fernando es ya un referente en el rubro de la producción de huevos y un clásico en las góndolas de las grandes cadenas como Cabral, Makro, VEA, Café América y Chango Más. 

La firma fue el resultado del trabajo familiar y pasó de ser una granja tradicional a una altamente tecnificada, para productos de calidad y de gran demanda. La granja funciona en Angaco, en donde tienen las gallinas ponedoras, las que ponen 1 huevo cada 25 horas. 

“Los huevos pueden ser blancos o marrones, que es lo que habitualmente encuentra la gente cuando compra, pero el hecho de que cambie el color no significa que varíe su valor nutricional”, explicó Belén Navas, miembro de la empresa y quien se dedica a la parte logística del negocio familiar. 

Según contó Belén, la dinámica de la empresa cambió a partir de la incorporación de la máquina clasificadora importada de Brasil. Se trajo en 1999 y es la que permite clasificar los huevos por peso y en forma mecánica. “Eso antes se hacía a mano, llevaba mucha dedicación y esto nos aceleró los tiempos de trabajo”, contó la joven. 

Años después incorporaron la planta extrusado de poroto de soja, la única que hay en San Juan y la que les permite agregar este cereal al alimento balanceado de los animales. 

Pero sería en 2004 donde se da el salto tecnológico más significativo para la firma: Importan desde el Brasil el primer galpón para ponedoras totalmente automático, con cuatro niveles de jaulas, cintas para recolección de huevos y cinta para recolección de guano. Todo con paneles evaporativos. “Es algo así como el corazón de nuestra empresa, allí los animales incluso tienen control de temperatura que es de 24 grados en forma constante, todo para mantener la calidad del producto; nos llega un reporte en forma diaria al teléfono y si hay una variación en la temperatura es porque algo no está funcionando bien”, explicó la fuente. 

Los huevos que se comercializan en esta empresa van desde el Súper, Extra, Grande, Mediano Chico y Pequeño, siendo los tres primeros entre los más elegidos por la gente. 

Una vez que han sido clasificados por tamaño, se ordenan en pallets con la fecha y datos de producción y se transportan en camiones al depósito que está en calle 25 de Mayo que es donde funcionan las oficinas. Luego los transportes del lugar y una vez que los huevos han sido acomodados en las bandejas y maples, inicia la distribución en los comercios, la feria e incluso los particulares que hacen reventa del maple o cartón de huevos. 

Un aliado de la buena alimentación 

El contenido del huevo es capaz por sí mismo de dar origen a un ser vivo completo. Por eso se dice que es uno de los alimentos más completos que existe. Destaca la gran cantidad de nutrientes que contiene, su biodisponibilidad (en relación con los nutrientes presentes en otros alimentos) y el equilibrio de los aminoácidos de su proteína.

El contenido comestible del huevo lo forman la clara y la yema. La clara contiene principalmente agua (88%) y proteínas, de las que la albúmina es la más importante. En la yema el 50% es agua, y el resto se reparte equitativamente entre proteínas y lípidos. Una fracción muy pequeña corresponde a otras sustancias también importantes para la nutrición y la salud.