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Hace 11 años le diagnosticaron esclerosis, la vida de un periodista sanjuanino

Federico Funes abrió su corazón y contó su historia personal, justo en el día que se conmemora la lucha contra la enfermedad a nivel internacional. 

POR REDACCIÓN

30 de mayo de 2022

Este 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple y DIARIO HUARPE habló con un conocido periodista deportivo que transita la enfermedad desde hace ya 11 años. Federico Funes tenía 34 años cuando le diagnosticaron esta patología que no tiene cura. La ayuda de los médicos y la contención familiar fueron fundamentales para que siga adelante, dando batalla.

Una molestia en el ojo fue el primer indicio de que todo iba a cambiar en su vida. Además de la pasión por el periodismo, Funes es docente. Su novia de toda la vida es ahora su esposa, con quien tuvo dos hijos, de 7  y 5 años. En ese momento no quería preocupar a nadie, pero esto fue lo que encendió las alarmas.

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“Iba caminando a mi trabajo cuando note que de un ojo no veía bien”, recordó. Funes pensó que se trataba de una basurita y le restó importancia. Luego de unos días, la dificultad para ver fue en aumento y visitó a un especialista. Del consultorio salió con unas gotas y un simple diagnóstico de estrés. Nada para preocuparse.

Apenas dos meses después del problema de vista llegó un nuevo episodio: perdió la sensibilidad en una de sus piernas. “Fue la misma sensación de un calambre”, comentó. Una vez más visitó a su médico. El nuevo diagnóstico tampoco indicaba nada llamativo. “Me hicieron análisis y me dijeron que debía empezar dieta”.

El tercer y último episodio, antes del diagnóstico final, vino de la mano de la pérdida de equilibrio y zumbidos en el oído. Con estos síntomas visitó un otorrinolaringólogo a quien, en medio de la consulta, le contó sobre los antiguos episodios. Con esa información, le recomendó hacerse una resonancia magnética. Ese fue el primer paso antes de saber que padecía esclerosis múltiple.

Para Federico, todos los síntomas no representaban una amenaza y su pasión por el fútbol y su trabajo hicieron que la recomendación de la resonancia pasara a un segundo plano. En ese momento, Sportivo Desamparados disputaba el ascenso al Nacional B. El periodista acompañó al equipo en cuanta cancha jugara.

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Su gran miedo fue no poder vivir la vida que planificó. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Con la satisfacción de un trabajo bien hecho y ya con más tiempo para él, Funes se ocupó de su salud. “Me hice la resonancia y ahí aparecieron unas manchas en el cerebro”, explicó. Con esa ‘foto’ visitó a diferentes especialistas que no le dieron un pronóstico alentador. “En primera instancia me diagnosticaron cáncer secundario y me dieron seis meses de vida”, precisó.

No conforme con esto, el profesional realizó una interconsulta en Córdoba. Su médico de cabecera revisó las imágenes y todo coincidía con esclerosis múltiple, pero para confirmarlo le aconsejó visitar a un facultativo especializado en la materia.

“Durante una semana estuve internado en Córdoba porque todos los síntomas habían vuelto y no estaba bien”, contó. Para ese entonces, comenzó un tratamiento provisorio y visitó a un médico de relevancia nacional que atiende en Buenos Aires.

Federico recordó aquel momento con una sonrisa, mientras tomaba un café durante la entrevista con este medio. Aunque indicó que tuvo mucha ansiedad y buscó información por Internet. “Fue horrible”, aseveró. “Las imágenes y los diagnósticos que me daba ‘Doctor Google’ eran devastadoras”, agregó.

Finalmente, llegó la confirmación de mano del doctor Jorge Correale en la Clínica Fleni, reconocida por su trayectoria en enfermedades neurológicas. Funes estuvo enojado, aunque también tenía miedo y angustia, que solamente se pasarían si aceptaba su realidad.

“Pensé en todas las cosas que no iba a poder hacer. Llevaba recién un año casado y todos los planes de paternidad y vida matrimonial los vi truncados”, explicó.

Con el correr de los días, y el gran apoyo de parte de su esposa y su familia, Federico comprendió que debía aprender a convivir con la enfermedad y no tenía planeado dejarse vencer. “No me dejaron caer nunca, fueron mi gran contención”, sostuvo.

Esto lo llevó a replantearse la manera de ver la vida. Dijo que aprendió a disfrutar las cosas simples y sencillas. “Cuando supe que me quedaban seis meses quise hacer todo junto”, relató. Afortunadamente, el tratamiento le permitió mejorar su calidad de vida y ese pronóstico terminal quedó solo en un mal recuerdo.

Con la calma que lo caracteriza, habló de los cambios de hábitos que tuvo que hacer. “Mejoré mi alimentación. Todos deberíamos comer sano en realidad, pero a veces cuesta”.  La determinación y la fortaleza, hoy, le permiten ser un hombre con una vida completamente normal, con los cuidados propios de una enfermedad que no tiene cura.

Sus días, actualmente, transcurren entre el trabajo como docente en escuelas de Caucete y 25 de Mayo, aunque también pasa varias horas detrás de una computadora escribiendo sobre fútbol y momentos únicos con sus hijos y su esposa.

Pilar fundamental

Eliana es la esposa de Federico y el pilar fundamental en toda esta historia. Solo un año de casados llevaban cuando el diagnóstico de esclerosis múltiple llegó a sus vidas. Movilizada por el recuerdo de las charlas con los especialistas durante ese periodo, contó cómo fue para ella saber que a su esposo solo le quedan de seis meses a un año de vida. “Salí de un consultorio con el pésame de uno de los médicos”.

Al igual que a Federico, cuando supieron de qué se trataba la enfermedad, el miedo la invadió y la incertidumbre a lo desconocido la paralizó, pero solo por un momento. “Al principio fue el miedo a lo desconocido. Nosotros teníamos tres opciones y decidí continuar investigando y no quedarme con eso”.

La pareja batalló desde el momento cero del diagnóstico. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Llevada por la adrenalina del momento y, según ella misma reconoce, un poco la negación al diagnóstico terminal, fue la encargada de gestionar los cientos de turnos con diferentes especialistas. “Hubo veces en las que tuvimos hasta cinco visitas médicas en un día, en distintas clínicas. Era pasarse el día de consultorio en consultorio. Fue caótico”.

El proceso fue largo y desgastante para ambos, pero nunca bajaron los brazos. “Cuando finalmente tuvimos la confirmación nos unimos más como pareja”.

Si bien la enfermedad la porta Federico, juntos aprendieron de ella y pudieron salir adelante. Formaron la familia con la que siempre soñaron y hoy son dos pequeños de 7 y 5 años los que llegan de alegría y risas el hogar que comparten.

Qué es la Esclerosis Múltiple

Es una enfermedad neurológica, crónica, de causa desconocida, que afecta al sistema nervioso central y puede presentarse tanto en adultos como en jóvenes. Es producto del daño a la mielina, la capa protectora que protege las fibras nerviosas del Sistema Nervioso Central que incluye al cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos y tiene una base inmunológica.

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