La historia secreta detrás de la foto de Alberto Fernández y Sergio Massa

Fue mucho más que una foto protocolar o de rutina. La imagen de Alberto Fernández en Olivos sonriendo junto a Sergio Massa que difundió el Gobierno expuso muchos otros mensajes ocultos, con destinatarios de los más variados y un objetivo común: dar tranquilidad a los mercados ante una economía en ebullición. Además, ratificar también una señal política de unidad previa al Congreso partidario del PJ.

En medio de un clima de fuerte tensión en los mercados, un dólar que se disparó a $431, las negociaciones con el FMI, embates de la interna kirchnerista y los coletazos de la renuncia del asesor presidencial Antonio Aracre en medio de rumores de la salida de Massa de Economía, el Gobierno salió a dar una "muestra de confianza", como graficó a El Cronista un destacado funcionario del Gobierno.

Señales de la Casa Rosada

En la imagen de los jardines de Olivos se los vio sonrientes al Presidente y a su ministro de Economía. Nada fue casual y todo estuvo perfectamente pautado, desde el staff de comunicación de la Casa Rosada. De hecho, la portavoz Gabriela Cerruti, tuiteo la foto con una irónica frase: "Encarnizada interna".

El gesto y la imagen de Alberto Fernández buscó mucho más que una simple idea de unidad. Allegados a Massa dijeron a El Cronista que "la foto es la ratificación de que los mercados se calmaron". Para que no queden dudas del clima amigable que expone la imagen, desde el albertismo puro sostuvieron que "no hay interna alguna entre el Presidente y Massa".

La estrategia de comunicación presidencial buscó detener un dólar blue inquieto que empezó a disparar fuerte el lunes ante los rumores de que Antonio Aracre iba a ocupar el Ministerio de Economía. Pero la salida intempestiva del ex asesor presidencial no logró calmar a los mercados del todo.

De hecho, en el massismo tomaron nota del daño que generó la "operación política" de Aracre y remarcaron que las cerealeras habían tenido que suspender la liquidación por una supuesta propuesta devaluatoria del ahora ex asesor presidencial.

El Gobierno tuvo que dar más gestos tras la salida de Aracre. Se emitieron señales de que el acuerdo con el FMI "se encamina en buenos términos" y que además habrá un desembolso extra de 10.000 millones de dólares. También desde el Banco Central hubo señales. Daniel Pesce incrementó la tasa nominal del plazo fijo que llegó a la nómina anual del 81%.

El Congreso del PJ

La imagen de unidad de Alberto Fernández y Massa llegó también tras el  retuit que dio Malena Galmarini a la cuenta del economista Alejandro Kowalczuk  quien deslizó sin vueltas: "Massa se queda hasta el final, porque el final es cuando se vaya Massa".

Más directo también, la foto de Olivos del Presidente y Massa se dio en medio de los renovados cuestionamientos del kirchnerismo que en boca del ministro del Interior Eduardo Wado de Pedro volvió repiquetear el slogan de Cristina Kirchner sobre  los "funcionarios que no funcionan".

Desde lo estrictamente partidario o con mirada electoral, la imagen de Alberto Fernández y Massa también será usada por los adeptos de ambos espacios. De hecho, esta imagen llegó un día antes del Congreso partidario del PJ en donde el kirchnerismo se entusiasma con "un gesto" de Alberto Fernández de dar un paso al costado en sus planes de reelección.

En el albertismo puro aseguran que el Presidente sigue con la intención de dar pelea por un segundo mandato. "El plan por la reelección sigue en pie", dijo a El Cronista un funcionario de la Casa Rosada. Y en el massismo dijeron tajantes: "no hay nada de eso".

La imagen de unidad Alberto-Massa en Olivos resultó también la estrategia comunicacional de señal inequívoca a la CGT que hoy emitió un duro documento, donde mencionó un riesgo de "descomposición social" y alertó sobre los graves problemas económicos que enfrentan los argentinos.