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El Cronista

La inflación de junio saltó a 2,2% a pesar de la cuarentena y la recesión

El IPC de junio se despegó del 1,5% observado en abril y en mayo. El semestre cerró con una suba de 13,6% y la variación interanual se ubicó en 42,8%. Prendas de vestir y calzado encabezó las subas, mientras Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó solo 1%, pero acumula más de 17,2% en 2020.

POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE

La inflación subió en junio un 2,2%, considerablemente por encima del 1,5% registrado tanto en abril como en mayo, y marcó una suba interanual de 42,8%, informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), a pesar de la recesión y de la parálisis de una buena parte de la economía por la cuarentena.

De esta manera, el primer semestre cerró con una suba acumulada de 13,6%, mientras que el segundo trimestre, totalmente alcanzado por el confinamiento, finalizó con un incremento de 5,3%.

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Se trata de un aumento por encima de lo que esperaban consultoras privadas, cuyos índices de precios marcaron subas entre 1,6% y 1,9%, debido a la fuerte contracción de la actividad y de que varios sectores de la economía se encuentran inactivos desde marzo cuando comenzó la pandemia, por lo que no tienen precios.

Desde Ecolatina habían detectado una aceleración en los precios en la segunda quincena de junio, que estiman pudo haberse prolongado en las primeras semanas de julio. Como la consultora mide los precios en el Gran Buenos Aires, que generalmente es bastante representativo, podría haber una divergencia con respecto al resto del país que no está en etapa de aislamiento y tiene una economía más flexibilizada.

Para los meses siguientes, Matías Rajnerman, de Ecolatina, prevé un rol preponderante del tipo de cambio, dado que las tarifas y los sueldos permanecerán paralizados hasta fin de año. En ese sentido, plantea dos escenarios: uno donde el dólar oficial salta de forma abrupta y motoriza al IPC del año por encima del 45% y otro de depreciaciones más graduales, de 2,5% mensual en promedio, que la dejen en torno al 40%.

Eric Paniagua, de la consultora EPyCA, indicó que si bien la recesión frenó en parte la inflación que se venía arrastrando, se está lejos de la estabilidad de precios, y estimó que en el segundo semestre habrá una fuerte presión monetaria y exigencia monetaria al Banco Central (BCRA).

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"Resta todavia un segundo semestre que puede ser muy exigente en materia monetaria para el BCRA y las presiones inflacionarias. De seguro que se va a requerir una participación activa de la autoridad (quizá con más tasa de interés) para poder desactivar el circuito de emisión, expectativas de inflación/devaluación y alza en el IPC", señaló, y agregó que la consultora mantiene una proyección para 2020 entre 45% y 50%.

Por rubros, Alimentos y bebidas no alcohólicas mostró una suba de 1%, pero en el semestre consolidó un alza de 17,2%, significativamente por encima del nivel general, debido a las subas más fuertes en marzo y abril.

Entre los demás rubros, las subas más amplias fueron para prendas de vestir y calzado (6,6%), recreación y cultura (4,2%), equipamiento y mantenimiento del hogar (4,1%) y bebidas alcohólicas y tabaco (3,8%).

Paniagua enfatizó el impacto de la suba estacional de prendas y vestir y calzado, que en junio además habían tenido una apertura en Capital Federal, en tanto que consideró recreación y cultura subió "bastante".

"Es posible que los pocos que funcionaron en junio hayan tenido que aumentar sus precios para cubrir los costos, responder a una mayor demanda, o acomodarse a la 'nueva normalidad' del coronavirus. Ignorando a lo que no proveyeron ningún servicio, y que podríamos asumir que hubiesen preferido abrir sus puertas sin tocar los precios, el promedio del costo de entretenimiento sube bastante", explicó el analista.

Desde el Banco Central (BCRA), destacaron que los bienes promediaron subas por encima de los servicios pero con una desaceleración respecto a los primeros meses del año, el congelamiento del precio de las tarifas y la incidencia de los programas de controles de precios.

"La acotada volatilidad cambiaria en el marco del régimen de flotación administrada y la administración de la liquidez con los instrumentos de regulación monetaria y contribuyen a consolidar el proceso de desinflación", enfatizaron desde la autoridad monetaria.

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