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Madres de la política: cómo se reparten los días en el gobierno y los de la maternidad

En el Día de la Madre, las ministras de Salud Pública, Alejandra Venerando; y de Hacienda y Finanzas, Marisa López; se animaron a contar la intimidad de sus vidas como mamás y como dos de las funcionarias más importantes del Gobierno de San Juan. 

16 de octubre de 2022

Madre hay solo una… pero, a la vez, hay muchas. Madres amas de casa, madres trabajadoras, madres deportistas. La figura materna cambió junto con la sociedad y, gracias a los derechos conquistados por otras mujeres, hoy podemos hablar de las madres de la política. Esas mujeres que cumplen un rol como funcionarias públicas, pero que en su vida privada también tienen un papel fundamental en la crianza de sus hijos. En el Día de la Madre, DIARIO HUARPE habló con dos de las funcionarias más importantes del gobierno provincial; la ministra de Salud Pública, Alejandra Venerando; y la ministra de Hacienda y Finanzas, Marisa López. Ambas contaron sus experiencias personales y la combinación entre la maternidad y su trabajo.

La ministra de Salud Pública de la provincia tiene dos hijos, Nicolás, de 21 años y Santiago, de 17. Ella se inició en la política cuando su primogénito tenía apenas tres años, cuando asumió como directora del Hospital de Pocito. En cambio, a Santiago le tocó llegar al mundo teniendo ya una mamá inmersa en la gestión pública. Lo vivieron así, con suma naturalidad.

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En el caso de la ministra de Hacienda y Finanzas, la situación fue bastante parecida. López dio sus primeros pasos en la política cuando ni siquiera estaba casada ni mucho menos tenía hijos. Con el correr del tiempo y con un poco más de estabilidad en el campo, llegaron Guillermo, Federico y Fabrizio, quienes hoy tienen 29, 27 y 22 años respectivamente. Después llegó el abuelazgo, de la mano de Pía, Francesca y Faustina.

Hoy, con los hijos más grandes y las cosas “un poco hechas” podría decirse que la combinación entre la maternidad y la gestión resulta una tarea un poco más liviana. Sin embargo, el recorrido fue toda una travesía. Tanto López como Venerando contaron que necesitaron compartir sus labores de maternidad, tanto con los padres de sus hijos, como con otros familiares y niñeras. 

“Todo esto no se puede hacer sola. En este caso es mi marido Raúl el que me acompaña y toda la vida nos hemos acompañado. Siempre nos hemos apoyados en los diversos proyectos. Siempre hemos estado muy unidos, antes mi mamá con nosotros, aunque ya no está viva. Parte de la familia nos ha ayudado a que nosotros podamos cumplir nuestras actividades y que nuestros hijos también”, contó Venerando al respecto.

López comentó: “El padre de mis hijos, mi esposo, siempre se ocupó de su rol de paternidad. También tuvieron un rol importante las dos abuelas y alguien que hace 28 años me acompaña que es Susana. La conocí cuando tenía 17 años, en el transcurso también fue mamá y su hijo Franco hoy es parte de nuestra familia. Para mí ella es fundamental porque siempre ella estuvo muy ocupada físicamente de mis hijos”. 

La ministra López junto a su nieta Pía y sus sobrinos. Foto: Sergio Leiva/ DIARIO HUARPE.

A pesar de la crianza compartida y del cumplimiento de los roles, el papel de la madre en la vida de sus hijos es muy particular. Las dos lo saben y, a pesar de estar las 24 horas ocupadas con la gestión, lograron encontrar la forma de equilibrar.

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“Se trata de estar atento a los momentos importantes y saber que necesitamos ejercer lo que nos gusta, ejercer nuestra profesión o el trabajo que nos toca circunstancialmente. Eso nos dignifica como seres humanos y también en ese sentido realizando nuestro trabajo somos ejemplos de nuestros hijos. Nunca descuidando nuestro rol de madre, para que ellos crezcan sanos, pero fundamentalmente libres y que, esa libertad, sea fundamental para que encuentren la felicidad”, expresó la titular de Hacienda.

 

“Ellos saben que para mí es una pasión, es algo que me identifica. Se han criado dentro de centros de salud, de hospitales. Han estado acostumbrados a este trabajo que, en realidad, para mí es una pasión, es una vocación de servicio. El estar ausente en mi casa sabiendo que fue por estas causas, ellos lo tomaron con naturalidad. Sin embargo, he sido y soy una mamá en permanente contacto, no me pierdo nada de sus actividades y de todas las cosas en las que he tenido que estar”, manifestó Venerando.

Tanto la maternidad como la labor dentro de un gabinete de gobierno se caracterizan como trabajos que no tienen ni días ni horario, que son a tiempo completo. Por supuesto, los reclamos por parte de los hijos suelen suceder. Pero ellas entienden que, en sus quehaceres, se juega el bienestar de los sanjuaninos. Sus hijos, también lo entienden.

“¿Reclamos? Por supuesto que los hay, hasta el día de hoy. Muchas veces, por alguna cuestión urgente o necesaria, hay que resolver algo a deshora algún sábado o algún domingo y muchas veces le cuesta entender a alguien por qué uno tiene que dedicar ese tiempo, que podría estar descansando, a la actividad. Creo que en definitiva el regocijo que uno tiene es después, cuando interpretan lo importante que es desempeñar una tarea con mucho profesionalismo, que es lo que intento hacer todos los días”, planteó al respecto la ministra López.

Los momentos más complicados de sus carreras y la relación con sus familias

Como ministra de Salud, a Venerando le tocó vivir un momento clave en la historia de San Juan y del mundo: la pandemia. Momentos en los que la sensibilidad de la sociedad subió a un pico máximo, y la agresividad y el ataque también. En un contexto en el que se pasaba la mayor cantidad de las horas del día trabajando y que hasta se quedó a dormir en el Ministerio, para su familia y sus hijos esta situación no fue una tarea fácil. Sobre todo porque, en el camino, sus hijos hallaban comentarios agresivos en las redes sociales.

“Mis hijos también sufrieron a través de las redes sociales. La gente se manifestaba a través de las redes sociales. Pero siempre entendiendo que estábamos dando lo mejor. Estaba trabajando para brindar lo mejor a la comunidad sanjuanina”, dijo Venerando.

López también vivió un momento complicado durante esta gestión, cuando los docentes reclamaron en las calles un aumento salarial. La violencia estuvo presente durante toda la semana, y afectó tanto a los manifestantes como a los funcionarios públicos.

La violencia simbólica también estuvo. Y eso a la ministra de Hacienda y Finanzas le consta. “Nos gusta que nos adviertan y tomamos la crítica, pero siempre la crítica constructiva. Lo más doloroso de esa etapa es cuando surgen epítetos o declaraciones cargadas de violencia hacia lo personal. Eso extrapola un límite que no comparto, en general trato de ser extremadamente respetuosa de los límites de la vida personal con los de la vida política y profesional”, declaró.

Los hijos de López y la familia en particular vivieron este momento con mucha angustia, aunque “sabiendo la mamá que tienen”.

Un consejo para las generaciones que vienen

Para ambas funcionarias, la clave para llevar adelante una maternidad y un trabajo es nunca bajar los brazos. Nunca creer que no se puede. En relación con esto, la ministra de Salud manifestó: “El embarazo y la maternidad no son un estado de enfermedad, todo lo contrario. Con mucho esfuerzo, con amor y con profesionalismo todo se puede”.

“Los pisos engomados y los techos de cristal los debemos superar primero nosotras mismas. Hemos conquistados muchos derechos y hay muchos que todavía hay que conquistar. La conquista es fundamentalmente luchando y soñando que podemos”, dijo López emocionada.

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