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Provinciales > Historias sanjuaninas

Noelia Avila, la sanjuanina que deslumbra con el arte japonés del origami

Ha dado talleres y expuesto sus obras en varios países, entre ellos, Japón.

13 de noviembre de 2020

Las manos representan el poder. La voluntad de construir, y también de destruir. Desde la construcción de las pirámides hace 3.000 años que han desafiado a la historia y a las grandes cabezas pensantes del momento, hasta los artefactos que han sembrado terror a lo largo de la historia. Las manos, y la voluntad del hombre de hacer con ella lo que desee, han sido el motor del mundo. Pero esa voluntad también encontró la esperanza y el asombro en un arte tan simple, pero a la vez tan complejo, que ha servido tanto como terapia como un camino de vida: el origami. Como no podía ser de otra manera, tiene su propio día, y una representante sanjuanina.

El pasado 11 de noviembre, la embajada japonesa en Argentina celebró en sus redes el Día Mundial del Origami exponiendo en fotos obras de cientos de practicantes a lo largo y ancho del país. Allí también estuvo Noelia Ávila, diseñadora gráfica y especialista en el arte que ha logrado forjarse un nombre y reputación en el arte del doblado impartiendo talleres y exponiendo sus obras dentro y fuera del país.

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“Descubrí el origami gracias a un libro que me regalaron en Navidad, a los 10 años. Fui aprendiendo de manera autodidacta. La primera grulla me llevó como una semana, porque no entendía bien los diagramas”, cuenta Noelia a DIARIO HUARPE. “Como a los 20 me animé a enseñar, pero antes hice un curso de capacitación docente para ganar herramientas y seguridad”, recuerda.

Una grulla, símbolo internacional del origami hecho por Noelia. Foto: Gentileza Noelia Avila.

Pero, ¿qué es el origami? En español, puede llamársele papiroflexia, pero su nombre propio lo encuentra en Japón hace cientos de años. El término está compuesto por las palabras “oru”, que significa “doblar” y “kami” que significa papel. Es decir, literalmente, significa “doblar papel”. Desde hace 400 años, las madres japonesas han transmitido este arte a sus hijos hasta convertirse en lo que es hoy. En Japón es mucho más que un arte, es un símbolo de identidad y es parte de su tradición cultural.

Lo que para los ojos de un simple observador puede ser doblar unos retazos de papel, para el ojo observador puede ser un camino para cultivar la paciencia y la habilidad. Según cuenta Noelia, ayuda a mejorar la motricidad fina y gruesa de las manos, ya que es como un “masaje para los dedos”. Favorece a la concentración dado que uno se sumerge en el arte casi como una “meditación”. Estimula la memoria, la lógica, el razonamiento y la paciencia, entre otros. Aporta calma, serenidad y seguridad al alumno. Y no hay nada como ese empujoncito a la autoestima al ver la figura terminada.

Noelia ha dejado en claro en sus obras la sutileza y paciencia que adornan su arte y que le han valido convertirse en una de las exponentes y artistas con renombre y respeto en el país, llegando a dar clases y exponer sus obras en Ecuador, Estados Unidos, Chile, Perú, México, Brasil, Colombia e, incluso, Japón. Dichos aspectos se han visto reflejados en los números de su página de Instagram, donde transmite en vivo sus clases y expone sus trabajos, que ya tiene 3.000 seguidores y sigue creciendo (@chicaorigami).

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“Quizás las actitudes que tengo hoy es gracias al origami, esto de ser paciente, perseverante, hacerlo cada vez mejor, además de los otros beneficios que acarrea. En general, me aburro rápido, pero con el origami siempre hay algo nuevo para hacer. Y lo podés hacer con realmente muy poco, una hoja de papel y en cualquier lado” cuenta.

Una yukata hecha de papel, una vestimenta típica japonesa. Foto: Noelia Avila.

Como era de esperarse, el origami se ha convertido, desde su llegada a occidente y popularización en el mundo, en un puente con Japón y fuente de inspiración para artistas, poetas, escritores e, incluso, científicos. En las últimas décadas ha habido un boom en el origami, siendo usado en ámbitos como la moda, arquitectura, la decoración, escenografía y hasta la ingeniería y nanotecnología. Pero sus aplicaciones prácticas también pueden llevarse a otros planos.

“Para mí el origami es mi pasión. Y me permite conectarme conmigo, con amigos, viajes y culturas diferentes, lo cual me encanta. Es una forma de expresión y a veces como una meditación también. Es también un desafío, siempre hay algo nuevo que aprender y a nivel creativo no tiene límites”, cierra Noelia. El próximo 16 diciembre dará un taller de origami organizado por Embajada de Japón en Argentina vía Instagram Live.

Día internacional del Origami

El origami se celebra en occidente el 24 de octubre y en Japón el 11 de noviembre. Su conmemoración está basada en un arte de la paz y que crea amistades entre las personas. Se celebra a lo largo de esas dos fechas.  En occidente, la idea nació de la agrupación estadounidense “Origami USA” y la británica “British Origami Society”. El día, es conmemoración de Lilian Oppenheimer (1898-1992), creadora del “Amigos del Centro de Origami de Estados Unidos” que luego devendría en el Origami USA. En Japón, el día fue elegido por la Asociación Japonesa de oirgami en 1980. Se eligió este día por que se celebra el Día Mundial de la Paz, día en el que se firmó el Tratado de Suspensión de la Primera Guerra Mundial.

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