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Sánchez hizo campaña cerca de Barcelona, acorralado por las protestas independentistas
POR REDACCIÓN
30 de octubre de 2019
El presidente del gobierno de España y líder socialista, Pedro Sánchez, regresó hoy a Cataluña para un acto de campaña cerca de Barcelona, que tuvo que ser blindado por las fuerzas de seguridad ante la presencia de manifestantes independentistas que se congregaron para repudiarlo en plena escalada del conflicto de secesión. La visita de Sánchez estuvo marcada también por la polémica en torno a una rectificación de su programa, después de que se filtrara que había excluido su propuesta de reforma federal de la Constitución, algo que hizo saltar alarmas en Cataluña, porque abandonaría su única iniciativa política para reconducir la actual crisis. Aunque la campaña para los comicios generales del 10 de noviembre comienza oficialmente mañana, los partidos españoles llevan varias semanas haciendo actos en un contexto de gran polarización como consecuencia de la irrupción de focos de enfrentamientos violentos en Cataluña. "El problema del presidente (catalán Quim) Torra y del independentismo es no reconocer a la otra parte de Cataluña que está aquí presente, y es la no independentista", dijo Sánchez en el mitin socialista, que se celebró en el recinto ferial Cúbic de Viladecans, ciudad situada a unos 20 kilómetros al sur de Barcelona. Unas 1.500 personas, según los organizadores, participaron del acto, mientras afuera se escuchaban gritos de "¡Pedro Sánchez, no eres bienvenido!" de cientos de activistas independentistas. "¡Ustedes, socialistas, son los terroristas!", coreaban los manifestantes, a quienes la policía contuvo en los perímetros del recinto. El llamado a boicotear el acto provino de la plataforma Picnic Republicano y los Comités de Defensa de la República (CDR), a los que el gobierno español atribuye los disturbios violentos que tuvieron lugar después del 14 de octubre, tras conocerse el fallo contra los líderes del fallido proceso de secesión catalán. Sin embargo, un fuerte operativo policial mantuvo alejados a los independentistas, que entre otras pancartas, llevaban carteles con la cara del líder socialista y la inscripción "Sit and Talk" (siéntate y habla), el mismo lema con el que Sánchez fue recibido el lunes pasado en Barcelona, cuando viajó a visitar a los policías heridos en los disturbios. Entonces, Sánchez no quiso reunirse con Torra, al que exigió que condenara la violencia de los jóvenes manifestantes que se enfrentaron con la policía, en unos choques que entre el 15 y 18 de octubre dejaron más de 600 heridos, la mitad agentes. "Lo que hubo fue un ataque de los violentos a la sociedad catalana, y la que se puso en el medio fue la policía nacional y los Mossos d'Esquadra", subrayó hoy Sánchez, agradeciendo la labor de los agentes, y reiteró que el diálogo solo puede producirse si existe una condena "sin amagues de la violencia". La posición de Sánchez con respecto a Cataluña es clave de cara a unos comicios que tendrán lugar en plena tensión a raíz de las protestas masivas y los brotes de violencia ocurridos en la norteña región tras las condenas a prisión del Tribunal Supremo contra los líderes del fallido proceso de secesión de 2017. En ese contexto, el comité electoral socialista aprobó hoy el programa electoral del partido incluyendo referencias a una propuesta federalista, luego de que la prensa española publicara un texto en el que habían sido excluidas. "Se ha filtrado un programa electoral que no estaba terminado", se excusó Sánchez en una entrevista con la cadena de televisión Antena 3. Lo que se había eliminado, y luego se recuperó, es la mención a la declaración de Granada, de julio de 2013, y de Barcelona, de julio de 2017, dos documentos del PSOE que abogan por un modelo federal y reconocen el carácter plurinacional de España. El último fue fruto de un acuerdo con el PSC -socialistas catalanes-, con cuyo apoyo Sánchez recuperó la Secretaría General tras ser expulsado por una rebelión interna. La rectificación llegó por presión del PSC. Pero la sola mención de la "plurinacionalidad" enardeció al líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, quien afirmó que "eso no existe", y pidió a Sánchez que aclare si "está poniendo en duda la nación española". Por su parte, el liberal Albert Rivera, de Ciudadanos, sostuvo que "defender la nación de naciones" era una "ocurrencia" de los socialistas catalanes, a quienes Sánchez les debe su liderazgo. "En función de dónde quieren pescar votos, utilizan un discurso o su contrario", apuntó, en tanto, Irene Montero, de Unidas Podemos, acusando a Sánchez de utilizar a Cataluña "con fines electoralistas".
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