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Un juramento cargado de color y con algunas idas y vueltas
Por Mauricio Laciar
Sergio Uñac asumió su segundo mandato al frente de la provincia y lo hizo ante una multitud que decidió enfrentar a las altas temperaturas y dijo presente en la Cámara de Diputados. Las banderas de las distintas agrupaciones, políticas y sindicales, y globos con los colores de la bandera nacional le pusieron color y calor a una tarde bien sanjuanina, donde la temperatura superó largamente los 35º. Aunque esto no impidió el festejo y acompañamiento a la primera autoridad local.
Luego de tomar juramento y en su alocución a la Asamblea Legislativa, el gobernador no dudó en decir que San Juan continuará por la senda del crecimiento, aportando “para poner a la Argentina de pie” en compañía del gobierno nacional. En el mismo sentido instó a trabajar de forma colectiva y olvidara así la grieta que durante años dividió a los argentinos. Tuvo un discurso conciliador, pero sin olvidar los desaciertos de la gestión macrista.
Con su discurso, Uñac, cerró una sesión que tuvo muchas aristas. Desde momentos emotivos, con aquellos diputados que juraron por primera vez en su cargo, de nostalgia para los que se despidieron de la Casa de las Leyes y hasta algunos furcios que les sacaron una sonrisa a todos los presentes.
El inicio de la actividad estuvo a cargo del vicegobernador saliente Marcelo Lima, que al momento de saludar a las autoridades presentes tuvo un pequeño error con el obispo auxiliar de San Juan, Carlos María Domínguez, a quien le confundió el apellido. Situación que generó risas. Otro de los que cometió una equivocación fue Pablo García Nieto. El extitular de la bancada justicialista dijo “diputado electico” y si bien supo salir rápido del paso, nadie se la dejó pasar.
Tras esto Gattoni asumió su cargo como segunda autoridad provincial y se encargó de tomarle juramente a cada uno de los 36 diputados electos. Por primera vez, los legisladores pudieron pasar con sus familiares. Eduardo Cabello, quien fue designado como vicepresidente primero, fue el diputado con más compañía, pasó con 11 personas. Del otro lado de la moneda estuvo Jorge Barifusa, el jachallero juró en soledad. Y si bien la mayoría se limitó a decir “si juro”, Horacio Quiroga se salió del libreto al recordar a los militantes, los 30 mil desaparecidos, Néstor y Cristina.