Judiciales > Dura sentencia
Violó durante años a sus dos hijas siendo menores y lo condenaron a 21 años de prisión
La menor le contó los hechos a la mayor, que también dijo haber sufrido abusos. Tras una reconsideración, Juez Heredia Zaldo dictó la sentencia.
POR REDACCIÓN
Durante la noche del jueves, la Sala I de la Cámara Penal dictó el veredicto contra un changarín caucetero de 41 años condenado por violar y abusar de sus dos hijas: 21 años de cárcel efectiva. Fiscalía había pedido una pena de 19 años, pero el Juez Martín Heredia Zaldo endureció la pena al considerar que los hechos eran aún más graves de lo que se suponía.
En principio, la fiscalía había solicitado 19 años de prisión puesto que en el caso de las menor de las hermanas, el delito de acceso carnal era más difícil de probar. Pero gracias a un artículo del Código Procesal, el Juez se apartó del pedido del fiscal, hizo una reconsideración de los hechos y finalmente utilizó esta figura penal contra padre de las dos ahora adolescentes.
Fue la más chica de las dos hermanas la que le confesó a la mayor como su padre la había tocado y violado más de una vez, según informaron fuentes judiciales. La niña, en medio de los traumas causados por los reiterados ataques, relató que estos empezaron cuando tenía ocho años. Tras asegurarse la impunidad en el primer acercamiento, el padre continuó con los abusos durante tres años hasta que esta cumplió 11 años. Finalmente, en 2018, y con 13 años, la menor decidió hablar con su hermana.
Al escuchar todo el relato de su hermana pequeña, no pudo evitar quebrarse y contarle que también había sido víctima de los mismos ultrajes y abusos desde que ella tenía 14 años y hasta los 16. Al momento de oír las palabras de su hermana, ya tenía 18 años. Al realizar la denuncia en la Unidad Fiscal Anivi (Centro de Abordaje de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas) y llevaron a su padre hasta la Justicia por los actos aberrantes que había cometido contra ellas, sus propias hijas.
La madre de las niñas no estaba al tanto de los que sucedía, según consta en los informes judiciales. De lo que sí estaba al tanto era que su hija sufría aislamiento, retraimiento, que a veces se orinaba encima cuando tenía pesadillas y otros signos del trauma. La mujer no había relacionado estos síntomas con posibles abusos sexuales, pero luego, al llegar el caso a la justicia, le informaron que son problemas que sufren habitualmente las víctimas.
Al momento de la denuncia, el hombre hacía dos años que no convivía con las tres mujeres en esa casa, hecho que esgrimió como defensa para negar la autoría de los delitos, pero no prosperó.
Tras tres años de realizada la denuncia, finamente la noche del jueves C.L. (el nombre del condenado permanecerá oculto para resguardar la identidad de las víctimas) recibió su condena a 21 años de prisión por abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser guarda de las por ese entonces menores, que al día de hoy tienen 15 y 21 años. A pesar de que ambas tienen distintos apellidos, se supone la paternidad no acreditada por parte del hombre hacia la mayor de las niñas.