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Poca conectividad y caos en la salida, el lado B del eclipse
A la provincia llegaron 25 mil turistas que se distribuyeron en más de ocho puntos oficiales. La falta de electricidad en Rodeo y el desborde vehicular en la desconcentración fueron las quejas más recurrentes de la gente.
POR REDACCIÓN
Después del fenómeno que causó furor en varias provincias argentinas, en San Juan se montó un gran operativo turístico en varios puntos a lo largo de la geografía. Sin embargo, algunas aristas quedaron desprovistas desde la organización y generaron algunas críticas por parte de sanjuaninos y turistas.
Bella Vista, según los expertos fue el lugar donde mejor se apreció el evento. Esto se debió a lo diáfano de su cielo y las condiciones geográficas. Pero la tranquilidad y conformidad de las personas que fueron hasta allí se vio alterada por la escasa conectividad a internet que había en el lugar. Algunos querían compartir en sus redes el minuto a minuto de lo que estaba pasando y esto se vio frutado. Otros que venían desde algunos medios nacionales tuvieron que irse ya que no podían enviar ningún contenido audiovisual por no tener acceso a wi-fi.
En las primeras horas de la jornada del martes, Rodeo estuvo a oscuras ya que hubo un apagón generalizado y los vecinos tuvieron que buscar algunas alternativas para paliar la situación. Algunos turistas tuvieron que inventar estrategias para poder asearse y preparar sus cosas.
Los lentes para ver el eclipse fueron otro de los grandes puntos cuestionados por las personas que querían ver el fenómeno. Si bien dicen que en el Predio de Chimbas entregaron casi 20 mil pares de anteojos, en las primeras horas de la siesta se agotó el stock y pedían a la gente que los compartiera durante el proceso astronómico. Desde la provincia licitaron más de 50 mil pares y algunos municipios también pero al parecer no fueron suficientes.
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Otra de las críticas fueron los museos nacionales, en el caso de la Casa Natal de Domingo Faustino Sarmiento permaneció cerrada durante el lunes y despertó la desilusión de los extranjeros que llegaron a conocer los orígenes del prócer sanjuanino y se quedaron en la puerta.
Luego del evento, el Predio de la Costanera fue un caos para la desconcentración. Los autos no encontraban una salida fluida y generaron el atascamiento que duró algunas horas y generó la bronca de la gente por la pérdida de tiempo.
Desde Turismo dijeron que el evento dejó 380 millones de pesos derramados en la economía sanjuanina, más allá de eso también dejó estos puntos que tendrán que replantear para mejorarlos a futuro.