Tras el terrible accidente, el can había quedado en observación en una veterinaria por las heridas que sufrió, pero finalmente no pudo resistir y falleció.
Se llamaba Melina Romero y terminó con casi todo el cuerpo quemado tras la explosión de su departamento. En el sepelio todos lamentaron una muerte que podría haberse evitado.
Antes de morir, Melina se había quejado del estado del termotanque y del olor a gas en el grupo de WhatsApp del consorcio. Un vecino le respondió por privado y así se originó el audio de Melina.