Para disminuir el abandono de alumnos fue clave la creación de un Observatorio de Psicología, el incremento de las becas, el comedor, las pasantías y las tutorías.
La facultad puso en marcha el acompañamiento de los ingresantes a través de alumnos avanzados de las distintas carreras. Desde la preparación para rendir hasta becas fueron necesarias para evitar el desgranamiento educativo.